Ponte Maceira ya es uno de los pueblos más bonitos de España, un certificado que apenas tienen 100 municipios en todo el país.
A Ponte Maceira, situada a orillas del río Tambre, entre los municipios de Ames y Negreira, ya presume de formar parte de la red de pueblos más bonitos de España. Se trata de la única localidad gallega, de las quince incorporaciones que han sido seleccionas este año, para formar parte de la asociación Los Pueblos Más Bonitos de España.
Con estas nuevas incorporaciones ya son 94 las localidades que forman parte de esta red. Y Ponte Maceira se une así a las localidades gallegas de Mondoñedo (Lugo) y Castro Caldelas (Ourense) que ya estaban entre los pueblos más bonitos de España. La asociación se centra en la recuperación del patrimonio histórico, fomentando el conocimiento, conservación, mantenimiento y fomento del turismo de estos pueblos.
La belleza singular de A Ponte Maceira
La gran belleza de este pueblo, de apenas 60 habitantes, no pasa desapercibida para los turistas que se acercan a este pueblo coruñes. Ya lo vemos con solo contemplar su espectacular viaducto Romano (siglo XIII), así como sus adoquinados históricos y las antiguas casas y pazos que vemos en la visita. Por el pueblo transcurre tambien una de la etapas del Camino a Finisterre.
Una recomendación, pasear por la orilla del rio Tambre que recorre el pueblo y contemplar el marco natural tan bello en el que nos encontramos lleno de robledales. Podéis realizar la ruta circular comienza junto a la carretera Bertamiráns-Negreira, en el desvío que va a Ponte Maceira. Además, el recorrido pasa también por aldeas típicas de la zona como Piñor, Burgueiros,o Suevos.
A esta inclusión podría sumársele pronto la declaración del viaducto de piedra romano de Ponte Maceira por parte de la Xunta como bien de interés cultural (BIC).
Además este bonito pueblo forma parte de diversas etapas de algunos caminos de Santiago. Algunos como el Camino de Fisterra-Muxía, el Camino Portugués, el Camino Portugués de la costa o Ruta del Mar de Arousa y Ulla. Por lo que esta pequeña localidad suele estar adornada con los peregrinos que pasean por su puente y sus calles en el transcurso del camino. Además suele ser un punto habitual donde los caminantes realizan una parada para disfrutar de las vistas del río e incluso refrescarse en este.