En los últimos años, se han comenzado a redescubrir en Galicia algunas de las tradiciones más olvidadas, pero que nunca han desaparecido del todo. Una de ellas son los furanchos, locales utilizados principalmente como vivienda privada, pero donde sus propietarios venden el excedente del vino de la cosecha propia y lo acompañan con comida. Esta costumbre está muchísimo más extendida en provincias del sur (especialmente en Pontevedra) que en el norte, aunque en A Coruña podemos encontrar algunos locales que funcionan de esta forma. A diferencia de los locales de temporada del sur de Galicia, los originarios y tradicionales loureiros no suelen ofrecer tapas típicos sino que su actividad se centra principalmente en el excedente del vino.
Conoce los mejores furanchos para comer y tomar un buen vino en la provincia de A Coruña
Del furancho en las Rías Baixas al loureiro más propio de zonas del norte de la región, el patrimonio gastronómico y vitivinícola de Galicia también pasa por este tipo de locales enxebres y de temporada.
Los furanchos suelen conocerse por el boca a boca, pero hemos realizado una búsqueda y aquí te traemos los mejores furanchos de la provincia de A Coruña.
O Sexto Pino
Ferrol
Este local se encuentra en la Carretera de la Cabana, a las afueras de Ferrol. Se trata de un restaurante con elementos tradicionales, pero acondicionado para los nuevos tiempos. Cuenta con un comedor bien equipado y con mucha luz, y una zona más rústica con una chimenea más recogida para relajarse y disfrutar al calor de un buen fuego. En el menú encontramos de todo, su oferta es muy grande y para todos los gustos, pero sus especialidades son el raxo y las almejas. Por lo que si estáis en Ferrol y queréis visitar un buen furancho tendréis que ir hasta O Sexto Pino.
Fogar do Santiso
Teo
Sin duda es uno de los más vistosos de la lista. Está ubicado en el municipio de Teo, a las afueras de Santiago de Compostela, en medio de un paraje natural espectacular. Toda su atmósfera participa para darte una experiencia única con sus campos silvestres, sus muebles de troncos o sus cazuelas de barro, y siempre al aire libre. Nació en 1996, pero a partir de 2007 se propuso ser un establecimiento basado en la agricultura sostenible y la autosuficiencia. O Fogar do Santiso es vuestro lugar si queréis cocina gallega de calidad y un entorno natural inmejorable.
Casa das tortillas
Teo
Volvemos al municipio de Teo para hablaros del otro gran furancho de la localidad, A Casa das tortillas. Está situado en Cacheiras y, aunque es un restaurante, por calidad, precio y características merece ser añadido a esa lista. Parecerá muy obvio, pero el sitio es conocido por su variedad de tortillas de todo tipo, para que disfrutéis de este increíble plato como a ti más te guste. La ambientación no es la mejor en sus interiores, pero en el medio cuenta con un patio enorme al que le entra mucha luz para que la experiencia de comer su tortilla sea todavía mejor.
Os Chaos
Touro
Os Chaos es un local muy tradicional. Se trata de una casa situada en la carretera de Barreiriña que ofrece vino y buena comida a un precio inmejorable, lo que tiene que dar un furancho para ser uno de los mejores de la provincia de A Coruña. Si lo que os apetece es algo sencillo, rural y tradicional en medio de la Galicia más profunda, disfrutad de la experiencia que ofrece Os Chaos y dejaos encantar por este viaje al pasado lleno de encanto y tradición.
Mesón do Feal
Fene
Es el más actualizado de la lista, ya que se ha alejado del concepto que representa un furancho, pero sigue funcionando con esa premisa. Fue fundado en 1972 en la localidad de Magalofes y a día de hoy se ha convertido en uno de los mejores restaurantes de la zona, conservando la tradición gastronómica gallega y el buen vino Ribeiro como marca personal. No tienes por qué conformarte con lo más rural, también podéis vivir la experiencia en sitios más renovados como es el Mesón do Feal y sentirte rodeado de los mejores productos autonómicos.
O Cholas
Betanzos
No se conoce mucho en internet o en las páginas de críticas, pero os aseguramos que O Cholas es uno de los sitios más conocidos de todo Betanzos. Es de las pocas bodegas que quedan en pie y que sobreviven a día de hoy en la comarca coruñesa. A pesar de no tener servicio de comidas, sirven un buen vino del país a un precio irrisorio, y acompañado del ambiente más hogareño y tradicional que uno pueda imaginar. Comer aquí es una experiencia espectacular así que no dudéis en pasaros si estáis cerca de Betanzos y ya empieza a entrar el hambre, y la sed.
Casa Bascoy
Vedra
Por último, pero no menos importante, acabamos en el furancho Casa Bascoy de Rivadulla. Está muy cerca de Santiago de Compostela y es una gran oportunidad de acercarse a un buen furancho tradicional, ya que en Coruña escasean estos espacios de ocio. Se trata de una casa totalmente reformada, muy acogedora y vistosa. Con paredes de piedra, chimenea, numerosos cuadros en las paredes con fotos antiguas de gente local y herramientas de trabajo antiguas. El sitio es realmente llamativo y acogedor. Tapas variadas y ricas, un vino excelente de la zona del Ulla y precios razonables hacen que este lugar esté a rebosar de gente cada vez que abre sus puertas.
Furancho Rianxo
Rianxo
Furancho situado en Rianxo. Furancho con ambiente agradable e informal, adecuado para llevar niños y con grupos como clientes habituales. El local cuenta con un servido de bar incluído y buena accesibilidad para silla de ruedas.
Se caracteriza por servir gigantes bandejas con siete, ocho o nueve tipos de mariscos, dependiendo de la temporada y las vedas. Cigalas, nécoras, centolla, vieira, zamburiña, almeja, percebes, camarón, buey… La prioridad la tienen los productos locales, pero de lo que se trata es de poner a disposición de los clientes un amplio abanico.
No solo de marisco se pueden alimentar los clientes de O Furancho. Por los fogones del local pasan otras delicias relacionadas con el mar que baña Rianxo, como choco con arroz, solla, rodaballo… Siempre capturas de la flota local. El chef trata de satisfacer los deseos de todos los comensales, pero aquello que se salga de la carta debe ser demandado siempre bajo reserva. El punto fuerte del local son las raciones y hay sobre una treintena para elegir.