Los pazos fueron construcciones propias de la alta nobleza y el clero gallego. Son edificios que han atravesado toda la historia de Galicia y que nos han dejado maravillas arquitectónicas y artísticas de siglos pasados para poder contemplarlas a día de hoy y disfrutar de su encanto estético y natural. Si estas maravillas arquitectónicas te llaman la atención y quieres saber más de ellas o verlas más de cerca, te dejamos una listado con algunos de los mejores pazos para visitar en la provincia de A Coruña.
Descubre los pazos más importantes y bellos que debes conocer en la provincia de A Coruña
Estas maravillosas construcciones han acabado tomando varios caminos, y es que a día de hoy los pazos gallegos se han convertido en grandes complejos hosteleros rurales y en patrimonios histórico artísticos de toda la comunidad gallega, aún conservando toda la esencia y el recuerdo que nos dejan de épocas pasadas.
Pazo San Xordo
Santiago de Compostela
El pazo se sitúa en medio del famoso Camino Francés, concretamente a 1 kilómetro, y actualmente ha sido remodelado y transformado en una casa rural. Se encuentra tan solo a 7 kilómetros de la capital gallega, por lo que es innegable que ocupa un lugar privilegiado si buscamos alojarnos a las afueras de la ciudad.
Construido en el siglo XVII, sus más de 64.000 metros cuadrados de superficie hacen que podamos recorrer sus terrenos tanto a pie como en bicicleta. Además, si somos aficionados a la pesca, disponemos del recodo de un río cercano que podremos disfrutar cuando queramos. Sus atractivos más interesantes son su molino de agua, su capilla, su cruceiro, y su hórreo, que coronan la historicidad y belleza de este pazo compostelano.
Pazo de Meirás
Sada
Esta edificación se levantó a finales del siglo XIX, aunque su aspecto medieval nos haga pensar lo contrario. Fue la escritora Emilia Pardo Bazán la que emprendió el proyecto del edificio que conocemos hoy en día como Pazo de Meirás. Aunque por lo que realmente es conocido es por haber sido propiedad de la familia Franco a lo largo de todo el siglo XX.
Actualmente es considerado un patrimonio de interés cultural muy importante en Galicia. Ofrece visitas guiadas para conocer sus 93.000 metros cuadrados de terreno, pero también podremos realizar un recorrido libre sin necesidad de un guía.
Si la visita es guiada, podremos conocer el origen y evolución de la finca mediante las épocas de Pardo Bazán y de los Franco. Las fachadas principales de las Torres, el Salón, la Capilla y la Granxa de Meirás. El resto del recorrido transcurrirá por sus jardines llenos de belleza. Veremos su bosque de bambú, el árbol singular, el paseo de las magnolias, la casa de Xosefa Portela y el molino conmemorativo de la visita de los Reyes en 1927. Así tendremos una visión más profunda de lo que este pazo significa para la comunidad gallega.
Pazo de Mariñán
Bergonodo
El edificio fue en su origen una fortaleza militar que data del sigo XV, aunque se le han ido añadiendo elementos que lo han convertido en una edificación barroca con muchísimo valor cultural-artístico. A lo largo de la historia ha funcionado como residencia de algunas familias nobles. En concreto de las familias Ribadeneira, Lemos, Oca y Suárez de Deza. A día de hoy y desde el año 1936, pertenece a la diputación de A Coruña, acogiendo un museo en su interior y está destinado al desarrollo de actividades socio-culturales.
Uno de sus espacios más resaltables y llamativos son sus escalinatas barrocas del siglo XVIII. Están labradas en granito y conectan directamente con el patio de armas. Pero su atractivo más vistoso son los jardines. Están compuestos de mirtos recortados, que trazan formas geométricas muy llamativas y estéticas. También destacan sus árboles de distintas especies exóticas, entre las que se encuentra un pequeño bosque de eucaliptos, que fueron de los primeros en llegar a Galicia.
Pazo de Lestrove
Dodro
Se trata de un complejo que lleva siendo propiedad del Arzobispado Compostelano desde el siglo XVI. Tradicionalmente era usado como lugar de ocio y recreo de los Arzobispos, pero a partir del 2006 lo transformaron en un hotel-restaurante debido a su situación, ya que llevaba desde el siglo XIX en situación de abandono.
El pazo también ha venido siendo transformado a lo largo de los años y posee algunas estructuras barrocas icónicas a lo largo de sus 50.000 metros cuadrados de terreno, como su fuente del siglo XVIII, un gran portento estético de las construcciones barrocas de la zona. También ofrece una capilla que sobresale por encima del edificio principal, responsable de que el edificio se conozca cómo Pazo do Anxo da Garda.
Pazo do Faramello
Rois
Este pazo es esencialmente barroco, ya que fue construido a comienzos del siglo XVIII a partir de lo que fue la antigua fábrica de papeles de Faramello. Sirvió además de residencia estival del el Rey Alfonso XIII y del Infante Luís de Baviera en sus visitas a Santiago.
Con una superficie total de casi 400.000 metros cuadrados, el edificio se asienta sobre el cañón del río Angueira y lo rodea una fraga en perfecto estado de conservación. Esta nos permite observar algunas de las especies más silvestres de la fauna gallega, como búhos, ardillas, hurones o zorros rojos. Otro de sus grandes atractivos es el retablo de su capilla, tallado por uno de los escultores más destacados de la Catedral de Santiago durante su expansión barroca.
Pazo de Santa Cruz de Rivadulla
Vedra
Es también conocido como Pazo de Ortigueira o Granja de Ortigueira y está emplazado en el Pico Sacro, a las orillas del río Ulla. El origen del pazo se remonta al siglo XVI, ya que previamente en el sitio se encontraba la Torre de Ortigueira, y fue un proyecto llevado a cabo por el canónigo de la catedral de Santiago.
La función principal del pazo era la de albergar plantaciones de vides y olivos, de hecho, su paseo de los olivos es uno de sus espacios más históricos e importantes; y su gran variedad de especies vegetales, le aporta un valor natural y paisajístico inigualable, con especial atención a las camelias. Además, sus jardines llegan a ser tan frondosos en ciertas ocasiones que confundir estas zonas con el propio bosque llega a ser un error muy común.
Xaz
Oleiros
Uno de los pazos preferidos por los novios coruñeses para celebrar el inicio de su nueva vida como marido y mujer. Cuenta con un bonito espacio ajardinado que se puede decorar al gusto de los novios por lo que si lo desean podrán celebrar una ceremonia muy campestre. Si por el contrario, prefieren un estilo más refinado, el pazo tiene una zona ideal para acoger el enlace.
Pazo de Vilaboa
Culleredo
Una noble y hermosa construcción de estilo medieval entre árboles centenarios, situada a diez minutos del centro de A Coruña y a un paso del aeropuerto.
Sobre las ruinas de la antigua casa de los Castro do Pazo de Mende, Don Álvaro de Torres Taboada construyó —en el siglo XIX— el Pazo de Vilaboa, evocando las antiguas fortalezas gallegas. La fachada es la propia de un caserón, flanqueado por dos torres cuadrangulares. La más alta, a modo de torre de homenaje, lleva adosado un imponente torreón circular, y la otra una capilla. Se levanta frente a una explanada con grandes árboles y un cruceiro, y está rodeada por un falso foso con cadena, salvado por una escalera de piedra que sirve de acceso a la planta baja.
Todo el conjunto está coronado por merlones o almenas y circundado por un foso. Sus sólidos muros y sus formas robustas le dan un aire militar, de casa-fuerte medieval.
La capilla está presidida por un retablo de estilo neoclásico procedente de la Iglesia de Santo Domingo, de A Coruña y muestra una nutrida colección de pinturas de exvotos del siglo XVIII adornando sus paredes; los exvotos son una expresión de la religiosidad popular y consisten en ofrecimientos como agradecimiento por la curación de una dolencia, la solución de un problema o el rescate de una situación difícil.
La fachada posterior se abre al jardín y tiene un tono bastante diferente, inspirado en la arquitectura típica de los pazos, en la que tanto la torre como la casa tienen mayor número de vanos y enlazan con el jardín a través de un patín y una escalinata. La transición entre el pazo y el jardín se materializa a través de un patio empedrado con pilastras encadenadas.
Toda la finca está rodeada de altas y sólidas murallas con dos portales de acceso coronados con pináculos rematados en bola, lo que contribuye a darle al conjunto un aire medieval. Como en todos los pazos gallegos el jardín tiene un protagonismo especial. Contiene un conjunto de árboles de considerable tamaño y antigüedad, así como cuatro fuentes de distintas formas y un mirador hacia el valle de Vilaboa. En él conviven especies autóctonas como los castaños, los carballos (robles) y los negrillos (olmos), junto a clásicas especies ornamentales como los camelios y los magnolios, y árboles que pueden considerarse monumentales, por su edad y su historia; como por ejemplo alguno de los primeros eucaliptos en llegar a Galicia procedentes de Australia, en el siglo XIX.
Pazo do Tambre
Serra de Outes
Un Pazo señorial del siglo XIX, rodeado por un entorno mágico, ya que posee una finca de 200.000 metros cuadrados con jardines, bosques, fuentes naturales, lagos, estanques y un embarcadero a orillas del río Tambre. Un enclave natural situado a tan solo 20 minutos de Santiago de Compostela.
Para los amantes de la solemnidad de un evento religioso, sugerimos la Iglesia de San Tirso de Cando, situada a 50 metros del Pazo. Piedra, retablos barrocos y una gran arboleda serán testigos silenciosos de enlaces, comuniones y bautizos cargados de sentimientos.
Destacan sus dos islas rodeadas por un hermoso lago lleno de nenúfares, un paraje romántico donde vivir la más sublime de las experiencias.
El ambarcadero es otro de los rincones destacados. Un lugar íntimo presidido por una acacia centenaria y toda la belleza de la puesta de sol.
La majestuosidad del pazo, su entorno, salones y estancias, así como mobiliario y objetos, han sido respetados al máximo, creando un ambiente placentero donde el tiempo se detiene. Un entorno muy buscado por directores de localizaciones para series, películas, anuncios o videoclips.