La Ruta de los Castillos del Vinalopó es una visita apasionante para los amantes de las fortalezas antiguas.
En el corazón de la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana, decenas de fortalezas se levantan en los viñedos a orillas del río Vinalopó, donde aún se escuchan los silenciosos ecos de guerras pasadas; allí descubrirás una impresionante ruta de castillos.
Los Castillos del Vinalopó se extienden sobre colinas y tierras altas, observando cómo cambia el mundo y recibiendo a los huéspedes con alegría. El recorrido de La Ruta de los Castillos del Vinalopó tiene más de 100 kilómetros de longitud. Hoy conoceremos a los representantes más majestuosos en este camino.
Castillo de la Atalaya, Villena.
Cuando llegues al pueblo de Villena, inmediatamente verás la fortaleza Castillo de la Atalaya, que corona el Monte de San Cristóbal y es la más grande de esta ruta. El castillo original fue construido por los árabes en el siglo XII. Después de un tiempo, cambió de manos y se sometió a importantes reformas en el siglo XV, convirtiéndolo en lo que vemos ahora. Durante el recorrido, el guardián del castillo contará a los invitados historias sorprendentes y emocionantes que se remontan a cientos de años.
Castillo de Banyeres de Mariola.
El camino a Banyeres se extiende entre hermosos bosques y por las laderas de la Sierra de Mariola. Esta zona es ideal para practicar senderismo, rodeada de mágicos paisajes naturales y molinos de cuento de hadas construidos hace siglos.
La calle principal del pueblo de Banyeres de Mariola en Alicante, da paso a su principal orgullo, la fortaleza del siglo XIII. Se eleva a una altitud de 830 metros sobre el nivel del mar y está en buenas condiciones debido a la restauración en las últimas décadas.
En su interior hay un museo dedicado a las celebraciones más destacadas del lugar; La fiesta de Moros y Cristianos. Esta fiesta presenta la cultura y las tradiciones de los moros y cristianos que una vez se arraigaron en las montañas de Alicante.
Castillo de Castalla.
Una visita al impresionante Castillo de Castalla es también la excusa perfecta para adentrarse en el mundo gastronómico del lugar. Debido a que el pueblo de Castalla en la provincia de Alicante es famoso por su gazpacho manchego, todos deben probarlo.
Seguramente, los mejores platos se pueden encontrar en los restaurantes Casa Paqui y Mesón Viscayo, considerados los más veteranos de la zona. Después de refrescarse, puede ir a la fortaleza del castillo, que fue construida por los árabes en los yacimientos neolíticos e ibero-romanos en el siglo XI.
En los siglos XIV y XV, fue ampliado y reforzado por los cristianos, por lo que ahora sorprende su tamaño, y desde su territorio apreciamos lo que sucedió en toda la zona circundante. Desde la Torre Grossa agregada en el siglo XVI, se puede observar cómo lograban resistir los ataques de los piratas norteafricanos, y oler el viento del mediterráneo.
Diferentes nacionalidades intentaron conquistar estas tierras. Parece que con los ojos cerrados se puede escuchar el choque de la espada de los guerreros, recogidas en innumerables leyendas.