Las bodas son una temática recurrente en las comedias románticas, perfectas para las tardes de sábado. Apasionado del mundo de las bodas, o tal vez con algún vínculo personal o profesional con quienes organizan bodas, o simplemente porque te gusta el cine, te recordamos algunas de las mejores películas sobre bodas. Casi todas son comedias románticas que nos hacen reír, llorar, emocionarnos… lo cierto es que han marcado la vida de muchas personas, e incluso, sirven de inspiración para el día más importante de sus vidas, ¡el día de su boda! Ninguna boda es igual porque todas las parejas son diferentes, igual que las películas sobre bodas.
Mejores películas de bodas
La boda de mi mejor amigo (1997)
Un clásico dentro del género de bodas: una crítica gastronómica, Julia Roberts, se da cuenta de lo que verdaderamente siente por su mejor amigo cuando le dice que va a casarse. Una comedia que nos enseña cómo nuestros sentimientos pueden verse revolucionados cuando sabemos que alguien que nos importa se casa.
Mi gran boda griega (2002)
¿Preparado para luchar por tu amor a pesar de las oposiciones de los que te rodean y del peso de las tradiciones? No dejes de ver cómo se enfrenta a ellas Toula, la protagonista de esta comedia.
Cuatro bodas y un funeral (1994)
Hugh Grant y Andie McDowell conquistaron para siempre nuestros corazones en esta película. Ambos se conocen en la boda de unos amigos comunes y, aunque la atracción surge de inmediato, tendrán que esperar a que otro amigo se case para volver a verse.
¿Terminarán casándose y buscando una wedding planner en Mallorca? La isla de Mallorca es uno de los destinos favoritos de muchas parejas nacionales e internacionales para casarse.
De boda en boda (2005)
Si quieres conocer diferentes maneras de celebrar una boda y reírte, esta es tu película. Dos abogados matrimonialistas son expertos en colarse en los banquetes de boda.
Planes de Boda (2001)
Una organizadora de bodas en la ciudad de San Francisco (J.Lo) ocupa su vida haciendo felices a los demás, descuidando la suya propia. Hasta que se enamora de su próximo cliente, al que ha conocido por azar. Los caminos del amor siempre sorprenden.