La exposición del Museo de Bellas Artes de Bilbao presenta el 12 de febrero por primera vez al público una lectura de conjunto del trabajo de Vicente Ameztoy, el donostiarra apostó por una
figuración que transformó el arte vasco en la década de los 60.
La exposición abarcará toda su trayectoria artística e irá acompañada de un catálogo con textos de varios escritores de renombre: Joseba Sarrionandia, Bernardo Atxaga, Fernando Golvano (profesor de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad del País Vasco) así como de Javier Viar y Miriam Alzuri, comisarios de la exposición. El público podrá disfrutar de esta colección hasta el 7 de junio de este año.
El Surrealismo de Ameztoy en el Bellas Artes
Vicente Ameztoy (San Sebastián 1946-2001) supuso un antes y un después en el arte vasco de los años setenta. Ahora, su figura llega al museo Bellas Artes de Bilbao (del 12 de febrero
al 7 de junio) destacándose como un importante pintor con una gran capacidad para producir perturbación en los ojos del público, siempre a través de elementos propios de la cotidianeidad. Una técnica pulida, alejada completamente de la abstracción, con alusiones a la cultura e historia que le era propia. Magritte y su Surrealismo así como la pinta inglesaprerrafaelita se presentan como
dos de sus más claras influencias.
Esta exposición permite al visitante realizar una cosmovisión de toda la trayectoria del artista vasco. Aunque esta exposición ya fue presentada en Madrid, ahora llega a Bilbao de manera ampliad
a. Un recorrido visual a través de la subjetividad y el universo onírico del artista. Paisajes, retratos, misterio y un cierto lirismo en sus pinturas que hacen que pueda considerarse a Ameztoy como uno de los surrealistas vascos más relevantes.
Obras restauradas en el Museo Bellas Artes
Por otra parte, el Museo Bellas Artes de Bilbao presentó la colección de obras restauradas a lo largo del pasado año. Para ello, ha contado con la participación de la Fundación Iberdrola, patrono del museo desde 2001, que un año más ha promovido el programa ‘Iberdrola-Museo de Conservación y Restauración.
Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, hizo hincapié en el esfuerzo del museo y la fundación por “la recuperación y el mantenimiento del Arte”. Los representantes de Iberdrola que han asistido al acto han señalado cómo “la cultura nos habla también de educación para entender la vida y desarrollarnos en ella de la mejor manera posible”.
Javier Novo, coordinador de Conservación e Investigación, María José Ruiz-Ozaita, jefa del Departamento de Conservación y Restauración, hicieron un repaso del trabajo realizado por el museo, gracias también a la participación de dos investigadoras becadas por la Fundación Iberdrola.
Ruiz-Ozaita explicó los distintos tratamientos efectuados (tratamiento de estratos superficiales, adhesión de los materiales pictóricos al soporte …) en obras de artistas tan relevantes como Ricard Canals, Isabel Baquedano, Ignacio Zuloaga, Domenico Piola, Darío de Regoyos , Paul Gauguin, Mamerto Segui, Grebber o Francisco Iturrino. Tambiénse exhiben 24 dibujos de Roberto Laplaza, realizados a carboncillo y lápiz sobre papel.
Casos complicados
Muchos y variados han sido los problemas que se han encontrado. Uno de los casos a destacar es la pintura de Isabel Baquedano, la cual presentaba problemas de adherencia y partículas provenientes de la contaminación ambiental. Para la obra ‘Retrato de la condesa Mathieu de Noailles’ de Ignacio Zuloaga, han sido útiles las cartas localizadas. Estas últimas han permitido conocer las impresiones del propio Zuloaga cuando viajaba a Bilbao. Además, los expertos del museo han podido trazar el histórico de intervenciones y ver que Zuloaga es quien hace la primera restauración.
En otras, como la de Mamerto Segui, se evidencia un estado de conservación más complejo (muchas restauraciones con poco rigor, importantes roturas del lienzo original…). Por ello, todos los cuadros han sido tratados con productos biodegradables, reversibles y no tóxicos, siempre buscando la sostenibilidad y la calidad en su conservación. Un proceso de un inconmensurable esfuerzo y profesionalidad que aporta información valiosa sobre la Historia del Arte y que, gracias al trabajo de los expertos del museo, dota al Bellas Artes y a la ciudadanía de Bilbao la posibilidad de conocer y perpetuar una gran colección pictórica.