Vestido con un traje de etiqueta dentro del que no acaba de sentirse cómodo, cumpliendo con el preceptivo protocolo, el dramaturgo (Juan Mayorga), o acaso una actriz amiga (Blanca Portillo) a quien ha pedido que lo represente en el solemne acto, va a ingresar en la Academia pronunciando un discurso titulado «Silencio«. Este es el planteamiento de la obra que el público del Teatro Arriaga puede disfrutar el 3 de marzo a las 19.30 horas.
Convertida en Mayorga, Blanca Portillo se dirige desde el estrado a los otros académicos allí «presentes», y a personas allegadas. Va a hablar sobre el silencio en la vida y en el teatro, quizá también sobre el silencio en su vida y en su teatro. Y, sobre todo, va a viajar por silencios teatrales o literarios que han marcado su memoria y su imaginación -el silencio de Antígona, el de La casa de Bernarda Alba, el de la Carta al padre, el de Woyzeck, el de La vida es sueño…- y, arrastrado por el deseo de teatro, llega a interpretarlos como si estuviese en un escenario.
Igual que a los espectadores, esos silencios pueden enfrentar a quién escribió el discurso y a quien ahora lo pronuncia, con los silencios de sus propias vidas.
UN PROYECTO MUY PERSONAL
«Silencio» es un proyecto muy personal de Juan Mayorga, surgido de su propia experiencia vital al tomar posesión, el 19 de mayo de 2019, de su plaza (silla M) en la Real Academia Española con el discurso titulado «Silencio». De aquel texto llegó la obra que él mismo dirige.