by Yolanda Larrea
Nadie duda de que la situación actual es preocupante. Al drama sanitario, se unen también las consecuencias económicas que este nuevo paradigma ha traido. Como si de una película de ciencia ficción se tratase, de la noche a la mañana nos vimos confinados a un resguardo no elegido, a una habitación del pánico que,tras los disfraces y antifaces de Carnaval, parecía imposible de creer. Quizá esto pueda hacer reflexionar sobre lo efímeras que resultan algunas cosas que en tantas ocasiones damos por sentadas. La sonrisas de antes se han tornado en palabras con aires dubitativos y, por qué no, cierta reivindicación: porque los empresarios son importantes y, en La Ría, hemos querido ser altavoz de sus desvelos, sí, pero también de su espíritu combativo y humilde esperanza.
La cooperación no está en cuarentena
De ser combatiente sabe bien Unai Aizpuru, presidente de la asociación BilbaoHistoriko. Aunque como todos dispone ahora de tiempo para aficiones como la cocina o la lectura, intenta mantener la actividad profesional a través del teléfono, las redes y los medios digitales. Él y su equipo han sido siempre inasequibles al desaliento, y por eso siguen llevando acabo distintas acciones. La última ha sido hacer de La Salve la cerveza oficial de la Asociación -con servicio a domicilio-, “de tal modo que los beneficios de su venta sirvan para apoyar al comercio local con BilbaoHistoriko y la Asociación de Comerciantes BilbaoCentro”, explica Unai. Toda iniciativa es buena ahora que parece que el mundo se ha parado. Buena muestra del esfuerzo por mirar hacia delante es Agurtzane Tejada, del taller de jabones Xaboi Punpuila (Hernani, 20):“Estoy intentando llevar los pedidos por Bilbao… y cuando son de cercanías contrato a un transportista”, siempre claro, con todas las medidas de seguridad sanitaria.
Hablábamos de Bilbao Centro, y es que ellos se han acostumbrado a tener como forma de vida el ser, estar y trabajar para los demás. Estos son sus asociados, y el alma de la capital del mundo: farmacias, panaderías, ópticas, pescaderías, prensa o fruterías que siguen dando un servicio de calidad. La primera vez que la que escribe escuchó a su directora creativa, Olga Zulueta, y a su gerente, Jorge Aio, quedó grabada una frase: “Cuando en Bilbao nos dicen que las cosas son complicadas o imposibles, es cuando más las intentamos y las conseguimos”. En este sentido, hablaba también Jorge del Guggenheim y quizá no lo sabía, pero en sus palabras había esa fuerza y reivindicación latente de aquel gris y ya añejo y remoto Bilbao. Grises son también estos días, donde esta Asociación trabaja para que los negocios estén en el mejor momento posible cuando se produzca la reapertura. Lo hacen mejorando sus canales de comunicación y ayudando en su proceso de adaptación: “Creemos que la forma de consumir va a cambiar” y hace falta “trasladar la oferta directamente al consumidor”, afirma Jorge Aio, añadiendo la importancia de establecer formas de envío y recogida innovadoras. Sin duda, Jorge Y Olga hablaban en serio.
Todos perdemos sin los barrios
También le hemos preguntado a la Asociación de Comerciantes y Empresas de San Francisco Bilbao La Vieja y Zabala. Su gerente, Begoña Castaño, que ahora realiza teletrabajo, reconoce que es una situación “única”. Sin embargo, espera que se pueda extraer un aprendizaje de todo esto, que ponga bien en alto el nombre de los comercios y bares. A nadie le gusta una calle sin vida. Por ello, Begoña apela a la la reflexión común y al esfuerzo colectivo: “Estamos viendo desde nuestras ventanas esas persianas bajadas, esas calles vacías y ese silencio… ojalá nos haga reflexionar… y fomentemos la compra y la vida en los barrios y ayudemos a esos que ahora nos están ayudando a nosotros”.
En la misma línea se muestra Miguel Ángel Guantes, de Seguros Bilbao (Plaza Corazón de María, 8) , quien cree que va a producirse un incremento del consumo por internet. “Recordaría al consumidor lo importante que es tener comercios en los barrios y no ver todo cerrado”.En un día normal, si pasamos por Deusto, nos hubiésemos encontrado con la incombustible Paqui Moreno, del bar Tobarisch (Heliodoro de la Torre, 10), quien es consciente de que les tocará esperar un poco más: “Vamos para varios meses cerrados y seguramente seremos los últimos en salir”, lo que dificulta la situación: “Va a ser el año cero y los hábitos de consumo van a cambiar”, asegura una empresaria que reconoce estar haciendo un montón de cosas que no podía hacer habitualmente. Algo que no sorprente en una mujer acostumbrada junto a su hijo a dar el do de pecho.
En el mismo Deusto, uno de los papeles clave le corresponde a la Asociación Deusto Bizirik, con su presidenta Julia Diéguez a la cabeza. Una asociación que aboga siempre por la dinamización y el apoyo -ahora más que nunca- a la compra de proximidad. Algunos de sus numerosos asociados realizan estos días un esfuerzo innegable por proveer del mejor servicio y no bajar la persiana. Como se verá en páginas posteriores, algunos ofrecen servicio de recogida en tienda o incluso servicio a domicilio en determinados establecimientos cuando el cliente lo solicita. Un buen hacer y una atención que en Amazon, aunque parezca mentira, no puede comprar. ¿Se imaginan barrios sin comercios ni locales? Hay que recordar que, además de las cuestiones económicas, los negocios, pequeños, medianos y grandes, escriben la historia vital de las personas que los integran. Huellas que, quizá hoy, pesan un poquito más.
Los nuestros
Y es que si hay algo que acongoja de estos momentos es que la velocidad y crueldad de los acontecimientos no deja espacio para la pena económica, ni entiende de facturas devueltas o futuros imprevisibles. Los colores de la primavera contrastan con la dureza en la mirada diaria de los sanitarios. Como un cuadro hiperrealista, donde los edificios vacios recuerdan hoy las huellas de todos los que se fueron y que ayudaron cuando -esa vez sí- la crisis fue solo económica. Se merecen, ante todo, un momento de respeto y agradecimiento colectivo.Josema González, del Mistyk (Ercilla, 1), ve complicado pronosticar el futuro, pero sabe que este, ya no será el mismo. Apela a la responsabilidad de todos: “Está muriendo mucha gente”, y lo importante es que los que queremos estén bien. Eneko Uceta, del Monty (Heros, 16), se muestra concienciado y preocupado por la situación y sufrimiento que viven tantas personas.Al igual que el chef Fernando Canales (Etxanobe, Ajuriaguerra, 8) quien recuerda que “es muy triste las personas cercanas que les ha tocado de cerca la enfermedad”. En cuanto al confinamiento, no todo es negativo: “Es bueno para la naturaleza, es bueno para la familia, es bueno parar… Esta conciencia de la vulnerabilidad nos hará valorar más el día a día”.
Bilbao Dendak: mapa interactivo
Es Semana Santa y Rafael Gardeazabal aprovecha para pasar tiempo en familia. Quizá el mundo comprende que son estas cosas -antes imperceptibles- las que hoy se presentan como irrenunciables. Sin embargo, el presidente de BilbaoDendak nos dedica parte de su tiempo para compartir con este medio sus impresiones : “El miedo y la incertidumbre son los mayores enemigos del consumo”, asevera. Lo dice una voz autoriza sí, pero también una voz que ve más allá dela monopolización de la actualidad que ha causado el Covid19. “Esto nos da la oportunidad de reivindicarnos”, asegura. Poseen no solo un papel importante en la activación de los barrios, sino también como vía de apoyo al consumo y comercio local. Un apoyo que se traduce ese espíritu de servicio a los vecinos del día a día.
Además, BilbaoDendak ha querido dar un paso más en su servicio, creando un mapa interactivo. Si te preguntas si algún establecimiento está abierto, si reparte a domicilio o si dispone de algún horario especial, BilbaoDendak tiene las respuestas. Está disponible en su web (www.bilbaodendak.eus). Dispone de geolocalización de unos 400 comercios de todas las asociaciones de la Villa. Puedes buscar tiendas de alimentación, ópticas, dentistas, veterinarios…. Como recuerda Gardeazabal, esta iniciativa “pone en valor el esfuerzo del sector”.
Iniciativasy espíritu positivo
Cuando suceden hechos tan negativos, que hacen de la preocupación normalidad, solo cabe preguntarse: ¿Qué aprendizaje supone esto para mí? Eider Txarroalde, presidenta de la Asociación Casco Viejo, cree que está situación habrá significado cosas diferentes en función del contexto de cada uno. Para algunos “dejará una huella importante, para otros será una aventura más en la vida… y otros estarán viejo una oportunidad para dar un giro a su vida al que hasta ahora no se atrevía”.
Esta oportunidad puede estar en negocios como Tuinkis de Janire Chaparro (Artekale, 54), comercio de alimentación de origen americana que ve cómo los pedidos online comienzan a ser parte de “una extraña normalidad”. La empresaria Bego Elexpe(San Francisco, 6) se sirve de su positividad para lograr mejoras futuras en su desempeño como profesional “Dedico gran parte del día a estimular mi creatividad estudiando referentes de la fotografía”, además de compartir sus conocimientos con los demás.Janire, de Sweety Glory (Gran Vía, 43, entrada por Iparraguirre) enseña conjuntos de moda a través de sus redes, para ponerle buena cara : “Volveremos a florecer… confío en que de una forma másconcienciada, sostenible y humana”.Asimismo, Mugendo Indautxu (Aretxabaleta, 4), da clases diarias online y en directo.
En este planteamiento está Enrique ‘Thate’ , quien nos cuenta cómo, a pesar de que el Ein Prosit (Plaza Zabalgune, 7) está cerrado y que la charcuterías(Colón de Larreategui, 20) también han bajado su nivel de actividad, espera que “estas experiencias nos sirvan en el futuro”. Eso no le ha impedido mostrar creatividad en época de confinamientos, preparando lotes de cervezas con salchichas que, según cuentan, están funcionando de maravilla. Y es que Enrique es el perfecto ejemplo de que, la actitud, también es un grado.
A los locales de hostelería, como nos dice Eneko Uceta, del Monty (Heros, 16), “les toca reinventarse, dar vueltas a lo que se puede hacer. Mirar otras vías, trabajar por encargos… estar todo el día en el sofá no es una opción”. Un proceso de adaptación que ya ha vivido el Instituto Francés (Epalza, 1) cuyo director, Edouard Mayoral, ha explicado que las clases continúan online y que siguen “apostando por el futuro y los proyectos”. Otra visión a tener muy en cuenta es la de Josune Doiz, quien lleva más de treinta años al frente del Geltoki (Plaza Unamuno, 1), y ha visto a infinidad de personas disfrutar de su magnifica plaza. Se trata de una mujer “positiva” y da la que puede ser una de las claves: promover iniciativas “para que vengan los turistas”. “Volveremos a la normalidad, siempre y cuando haya dinero en el bolsillo de la gente”, afirma. Subrayen sus últimas palabras o aprendanselas como si de una influencer se tratase:“La palabra es apoyo. Yo confío en la gente”. ¿Cómo decía la canción? Erguidos frente a todo.
