Con el otoño a la vuelta de la esquina, se acerca la época de la recogida de setas para todos aquellos adeptos a este hongo que quieran llenar sus cestas en una excursión al bosque. Y es que la recolección prácticamente se puede realizar en cualquier parte del país, aunque existen zonas propicias para su práctica.
La temporada setera ha ido aumentando en popularidad con el tiempo, con la consecuencia de la aparición del turismo micológico que fomenta una recogida de setas pretendiendo salvaguardar el producto y su entorno y favorecer al desarrollo sostenible bajo ciertas medidas que han tenido que ir tomándose. Entre otras, los permisos necesarios para la recolecta de este hongo en diferentes comarcas y fijar un peso autorizado por persona.
Uno de los grandes factores para que la temporada de setas se concentre desde mediados de septiembre hasta principios de octubre es el clima dominante en estas fechas. Generalmente es un momento en el que las temperaturas se suavizan, los días cada vez son más cortos y la humedad del ambiente aumenta, siendo también favorable que no se den heladas nocturnas y no haya mucho viento.
Como se ha citado antes, en gran parte de la península se puede realizar la recolección de setas pero varios lugares son idóneos para esta actividad. Entre ellos, los lugares más habituales son las zonas pirenaicas, País Vasco y zonas de umbría en Galicia ricas en helechos y zarzas. Después, también se pueden encontrar setas en zonas de Soria, La Rioja, los valles de Huesca, la Sierra de Madrid y en parques naturales andaluces, especialmente en Málaga.
Cuatro consejos para recoger setas
1 Utensilios para recoger setas. Una de las herramientas indispensables que todo setero debe llevar consigo es una cesta de mimbre, y no una bolsa de plástico o de tela, ya que las setas necesitan transpirar y desprender sus esporas para que se vayan cayendo por el bosque y sigan proliferando. Un detalle clave es que se deben colocar las setas con el sombrero hacia abajo.
2 ¿Arrancar o cortar?. La solución a esta habitual duda depende del tipo de hongo que se quiera recolectar. Algunas de las opciones serían, por un lado, el uso de la navaja para realizar un corte horizontal en el pie de la base de las setas o realizar un giro de 360º sobre el eje del hongo.
3 Errores comunes. Cuando alguien inexperto toma la decisión de ir a recoger setas, la mejor elección es ir acompañado de alguien que conozca la micología y pueda ayudar a distinguir los hongos que son o no comestibles. Asimismo, existen cursos en centros de interpretación españoles y realizar una jornada setera acompañado por un experto micólogo.
4 La posible intoxicación con ciertas setas. Sin duda muy relacionado con el anterior punto, hay que advertir siempre que en caso de no ser capaz de identificar de manera correcta si una seta es comestible o no, siempre es recomendable no recogerla. Además, en caso de conocer que es un hongo tóxico tampoco es aconsejable destruirlo, ya que cada especie cuenta con su papel en el ecosistema y no se debe perjudicar el entorno para preservar y respetar la naturaleza
¿Cuáles son los tipos de setas comestibles?
La variedad micológica que es comestible es realmente amplia, pero no todas las setas son conocidas por los recolectores. Entre los más populares, y deliciosos, están los boletus, níscalos, amanitas o champiñones, que suelen ser habituales de avistar y recoger en los bosques del territorio nacional. A pesar de la habitual práctica de recolección, y la posibilidad de encontrar este tipo de setas en abundancia por nuestros bosques, se debe ser muy precavidos y cuidadosos con su recogida debido a la posible intoxicación
Podrían calificarse estas siete variedades como las que más presencia tienen en los bosques de España: champiñón silvestre (agaricus campestris); oronja (amanita caesarea); boletus o seta calabaza (boletus edulis); níscalo (lactarius delicosus); rebozuelo (cantharellus cibarius); trufa negra (tuber melanosporum); y seta de cardo (pleurotus eryngii).
