por Verónica Ruiz
Ya se va acercando el final de las clases y muy pronto tendrán mucho más tiempo libre. Algunos, incluso, comenzarán a disfrutar de una jornada reducida en sus clases. Aquí te realizamos unas propuestas adecuadas para cada edad con el fin de mantenerlos ocupados durante estos días.
El baúl de los disfraces
Este juego es ideal para niños de 1 a 5 años. Para ello tan solo necesitas una caja de cartón en la que introducirás diversas ropas que puedan servir para disfrazarse. Cualquier accesorio será útil: una peluca de carnaval, disfraces que tengan ya los niños, una bata, una toalla, un par de gafas de plástico….
Una vez disfrazados toca inventarse una historia donde el niño será el protagonista y deberá representar el papel de pirata, de ogro, de fantasma o por qué no puede disfrazarse de mamá o de papá. Así sabréis cómo os ven vuestro hijos y al mismo tiempo los niños aprenderán comportamientos diferentes y las reglas sociales.
De tiendas
Para niños de 6 a 10 años jugar a las tiendas es una buena forma de aprender a sumar y restar. Recopila diferentes objetos que tengas por casa: juguetes, libros, bolígrafos o pinturillas. Todo se puede vender. Como moneda de circulación podéis hacerlas vosotros mismos. Para ello solo necesitarás papel y escribir el valor de cada moneda y para que los billetes queden más bonitos podéis ponerles stickers o pegatinas.
¿Quién falta?
Aprovechando que ya tenemos muchos objetos en el sofá podemos proponer al peque otro reto. Agrupa varios objetos en una silla o en uno de los cojines del sofá. Haz que cierre los ojos y quita un objeto. Ahora al niño le toca responder cuál es el objeto que falta. Parece un juego sencillo, pero no lo es.
Para niños más mayores de entre 6 y 12 años puedes hacer que miren durante dos minutos los objetos que hay. Diles que cierren los ojos y quita todos los objetos. Haz que escriban en un papel el nombre de los objetos que recuerden haber visto en el cojín. Aquel que recuerde más elementos ¡gana!
Adivina y encuentra
Este es juego es ideal para todo tipo de edad, incluso para los adultos. Seguro que alguna vez lo habrás probado. Se trata de esconder un objeto en una habitación. Según se aproxime el niño al lugar donde está habrá que decir “caliente” y se está alejado “frío”. Podéis complicar el juego escondiendo más de un objeto o en vez de una habitación que el lugar sea más amplio. Eso sí, una vez el niño encuentre los objetos, habrá que intercambiar los papeles. Será el txiki quien esconda un juguete u otro utensilio y habrá que encontrarlo.