El Museo Guggenheim Bilbao presenta la exposición «Alice Neel: las personas primero«, la primera retrospectiva dedicada en España a la artista estadounidense Alice Neel, gracias al patrocinio de Iberdrola. La exposición abarca toda la trayectoria artística de Neel a través de casi un centenar de pintura, dibujos y acuarelas, incluyendo sus retratos más impactantes, celebrados hoy en día por su perspicacia psicológica.
El recorrido comienza por algunas de sus primeras obras, como son Chica francesa, realizada probablemente durante su estancia en la Escuela de Diseño para Mujeres de Filadelfia y el retrato de Carlos Enríquez, una obra de pincelada suelta que fue exhibida en 1927 en La Habana.
Tras su estancia en la vibrante Cuba de los años 1920, donde sus obras fueron presentadas en público por primera vez, en 1927 Alice Neel llega a Nueva York, la ciudad que se convertirá en su hogar definitivo. Allí comienza a retratar la diversidad y la lucha de sus agentes, también los parques y edificios de la ciudad, y a dar testimonio constante de la vida que la rodea.
Neel invoca a menudo La Comedia Humana de Honoré de Balzac, una obra de referencia para los grandes nombres del marxismo, que examina las causas y efectos de la acción humana en la sociedad francesa del siglo XIX. Desde su ideario personal y con un punto de vista firmemente arraigado en el Nueva York del siglo XX, la artista documenta en su obra escenas de pérdida y sufrimiento, pero también de fuerza y resistencia, y lo hace con una franqueza implacable y una aguda empatía. Su atención a las vulnerabilidades físicas y psicológicas de los personajes impregna de un sentimiento inconfundible los cuadros de esta sección, reforzado por una palea a menudo restringida. Su Gota de Leche o Clínica de revisión pediátrica, una de las obras más expresionistas de la autora, refleja el hospital en el que Neel dio a luz a su hija Isabetta en 1928, un centro para mujeres pobres.
La exposición incluye una sección con paisajes urbanos, en los que la artista da testimonio de la belleza cotidiana de los edificios y parques de Nueva York. Así, en Central Park se funden la naturaleza y las construcciones del entorno creando un paisaje artificioso en el que el sol se superpone y, al pie de unas escaleras, dos pequeñas figuras parecen perdidas ante la magnitud de la ciudad.
El desnudo y la sexualidad son dos temas centrales en la obra de Alice Neel como parte de la experiencia humana. El desnudo al es uno de los géneros más ampliamente abordado a lo largo de la historia del arte y habiéndose limitado el papel las mujeres al de mero objeto erótico, supone un reto especial para la autora, que adopta el tema y lo subvierte con aplomo.
LOS RETRATOS
La artista es constante en su compromiso de pintar «cuadros de personas», en especial de aquellas que le rodean y forman parte de la Contracultura/Cultura. La exposición presenta docenas de los retratos más impactantes de Neel, celebrados hoy en día por su perspicacia psicológica.
En La muerte de la madre Bloor, se basa probablemente en una fotografía. En esta pieza retrata en su lecho de muerte a Ella Reeve «Mother» Bloor, una de las primeras miembros del Partido Comunista dedicadas a los derechos de las mujeres y de la clase trabajadora.
Una obra que llama la atención por su aparente condición de inacabada es Recluta negro. En 1965, año en el que el presidente Lyndon B. Johnson decide aumentar significativamente las fuerzas terrestres en Vietnam del Sur, Neel conoce por casualidad a James Hunter y le pide que pose para un cuadro. El joven acaba de ser reclutado y su salida está prevista para una semana después. Siguiendo su práctica habitual, Neel comienza por delinear el cuerpo directamente en el lienzo para después rellenar las partes de la cabeza y de las manos. Cuando Hunter no regresa para su segunda sesión, Neel declara la obra completa, a pesar de su estado inacabado.