Los autores incluidos en la exposición emplean materiales y técnicas inusuales, desafiando de forma lúdica las convenciones estéticas como manifestación de ingenio y humor
El Museo Guggenheim Bilbao presenta La línea del ingenio, una selección de obras de la colección del museo, así como otras que están en préstamo a largo plazo, que pueden calificarse de ingeniosas y experimentales. Esta muestra, que se podrá visitar hasta el 6 de febrero de 2022, aúna a artistas de diferentes generaciones que trabajan con diferentes medios. También incluye algunas piezas significativas de la colección que apenas han sido expuestas, junto con otras más conocidas para el público. Los autores incluidos en la exposición, de naturaleza inquisitiva, emplean materiales y técnicas inusuales y muchos de ellos desafían de forma lúdica las convenciones estéticas como manifestación de ingenio y humor.
La línea del ingenio es la primera exposición comisariada por la curator Lekha Hileman Waitoller, incorporada al Museo Guggenheim Bilbao en octubre de 2019 procedente del Art Institute of Chicago.
Sala 305. Desafiando la tradición
Organizada temáticamente, la exposición dedica la primera sala a obras que fueron creadas fuera del contexto tradicional del estudio del artista y a procesos artísticos poco habituales. Algunas de las obras de esta galería habitan el espacio de forma inesperada, como ocurre con Sin título (Habitación de alabastro, 1993), de Cristina Iglesias, que integra en su presentación la arquitectura de una esquina de la galería.
Por su parte, Objeto para la reflexión (Object for Reflection, 2017), de Alyson Shotz, consta de innumerables piezas de aluminio perforado unidas por anillas de acero. Desde lejos, el objeto parece una escultura pesada y voluminosa, pero una mirada atenta descubre lo translúcido y maleable del material.
Por otro lado, la obra Hichiko (Happo, 2014) supone un singular ejemplo de proceso artístico, ya que esta pintura fue
creada por Yoko Ono durante una performance celebrada con ocasión de la retrospectiva que el Museo Guggenheim Bilbao le dedicó en 2014. La artista pintó sobre los nueve lienzos que componen la obra la frase en japonés “siete fortunas y ocho tesoros.”
En esta sala también estará expuesta la pieza de los artistas Peter Fischli y David Weiss, Como van las cosas (Der Lauf der Dinge, 1987), que crea la ilusión de un movimiento continuo de materiales ordinarios como ruedas, fuegos artificiales y un globo. En esta pieza la suma de lo absurdo y de los objetos cotidianos desafía los fundamentos de la alta cultura en una ingeniosa combinación de juego y experimentación.
Sala 306. Modos de representación
La segunda sala de la exposición incluye una selección de obras figurativas que ilustran las múltiples maneras en que los artistas tratan el tema de la forma humana. La repetición en serie a través de varios lienzos o en una única composición es la estrategia empleada por algunos autores reunidos en esta galería.
Como parte de la exposición se muestra una selección procedente de la icónica serie de dieciséis lienzos de Georg Baselitz en su obra La señora Lenin y el Ruiseñor (Mrs. Lenin and the Nightingale, 2008), que supone una vuelta de tuerca en el género del retrato tradicional
En este espacio también se muestra una selección de pinturas de mujeres sonrientes procedente de la serie de once lienzos de Alex Katz, Sonrisas (Smiles, 1994). El objetivo del artista es ofrecer una reflexión más profunda sobre la naturaleza de la representación y la percepción de las imágenes.
Sala 307. Materiales y métodos
La última sala reúne una selección de obras abstractas que son inventivas en sus métodos y materiales, llevando los diferentes medios artísticos más allá de sus límites. Algunos autores adoptan materiales poco tradicionales, como pintura comercial, cerámicas, o pizarra y tiza.
Julian Schnabel empezó a exponer sus características pinturas de platos rotos en 1979, en las que insertaba fragmentos de vajilla en Bondo (una especie de resina de poliéster) y sobre los cuales, pintaba posteriormente al óleo imágenes en bruto.
Por otro lado, el trabajo de Erlea Maneros Zabala explora el papel que desempeñan los medios de comunicación en la
conformación de las narrativas contemporáneas a través del tratamiento que estos hacen de las imágenes y
de su visión subjetiva de la historia.
Además, muchos de los artistas de esta sala experimentan con la fisicidad de la pintura. Para Prudencio Irazabal, su medio es fundamentalmente un fluido polímero líquido al que añade gel para espesarlo antes de incorporar pequeñas cantidades de pigmento.
Así, la línea del ingenio presenta una revisión de obras que abarcan varios estilos y movimientos centrados en temas específicos que exploran el ingenio, la experimentación y las prácticas artísticas distintivas.