Este contenido forma parte del número 1048 de La Ría del Ocio, publicado el 22 de octubre de 2020
Montxo Paz
Nacido en la calle Zabala en 1966, Fito Cabrales Mato es marca Bilbao. Entre otros reconocimientos a lo largo de su dilatada trayectoria, fue galardonado con la Angula de la Ría, con motivo del treinta aniversario de esta revista. Como artista internacional con sus propias señas de identidad, lleva Bilbao por todos los rincones del planeta. Fito es hoy una de nuestras marcas de prestigio y estamos orgullosos de que así sea.
En activo desde la década de los 80, nos presentó durante varios lustros las aventuras y desventuras de Platero y Tú, plasmadas en originales letras desde la edición de Burrock’n Roll, hace justamente treinta años y que en la actualidad está considerada una auténtica pieza de coleccionista. La consolidación definitiva de Platero y Tú durante los 90, le animó a crear en paralelo un nuevo proyecto musical con Fito & Fitipaldis, que publicaría su primer disco en 1998, producido por Iñaki ‘Uoho’ Antón y debutando como teloneros en la gira de Extremoduro. El álbum se tituló A puerta cerrada e incluía una versión de “Quiero beber hasta perder el control”, melancólico tema de Los Secretos escrito por Enrique Urquijo, que llegó a aplaudir la interpretación pocos meses antes de su triste desaparición. Ahí arrancó la costumbre de Fito de incluir en cada disco de estudio una versión de otro grupo español.
En mi casa tenemos la discografía completa de Fito & Fitipaldis, que forma parte de la banda sonora de nuestras vidas. Sus canciones son como breves estampas que responden a impresiones, sensaciones y recuerdos de nuestros viajes, pues siempre nos acompañan en el “loro” del coche. Cuando en 2001 Platero y Tú ponen el punto final a su carrera y sale el segundo disco con los Fitipaldis, nacía mi hija Clara, que creció escuchando Los sueños locos y esbozó sus primeras sonrisas con “Rojitas las orejas”. Y me perdí el concierto de la Aste Nagusia, en agosto de 2004, porque llegaba a este mundo mi hijo Xaime. Aquella actuación se grabó y finalmente salió un disco en directo, “Vivo… para contarlo”. En cada una de sus giras, ahí estamos nosotros; ya sea en Euskadi, Madrid o Galicia. Simpatizo con la medicina alternativa y me declaro adicto a la fitoterapia, tanto acústica como eléctrica. En mi familia celebramos sus numerosos premios y nominaciones, como si se tratara de un miembro más.
Recuerdo con mucho cariño un viaje por Bizkaia con Ramón Chao en 2013. La música que nos acompañaba era la de los hermanos Muguruza, Fito & Fitipaldis y, por supuesto, la de su hijo Manu. Cuando nos estábamos aproximando a Ondarroa, invitados por la organización de Marabilli Sormen Festibala, Ramón -intelectual de prestigio y músico virtuoso- me preguntó por Fito tras escuchar el tema “Que me arrastre el viento”. Le enseñé la portada del álbum y me dijo dos cosas: “Suena muy bien y parece majo; además lleva gorra, como nosotros (los Chao)”. En mi opinión, hay un antes y un después en el estilo de Fito & Fitipaldis tras la incorporación del guitarrista Carlos Raya en 2006, uno de los músicos más prolíficos y versátiles del panorama actual. Además de su labor como productor, también contribuyó a definir el sonido de la banda.
Durante los últimos veinte años, Fito nos ha dejado icónicos temas, que lideraron distintas listas de audiencia. Si me dan a elegir tres, me quedo con “Soldadito marinero”, la canción más escuchada en España durante la década de 2000; “La casa por el tejado”, número 1 durante varias semanas consecutivas; y “Antes de que cuente diez”, incluida en el disco homónimo publicado en 2009. En 2014, Fito & Fitipaldis lanzaron Huyendo conmigo de mí, sexto álbum de estudio de la banda, al que siguió el recopilatorio Fitografía. Ahora anuncian nuevo disco, que esperamos con gran ilusión. Por cierto, Fito cumplió 54 años el pasado 6 de octubre. Zorionak!!