El pabellón 1 de BEC se convertirá en una auténtica aldea vasca. Tendrá plaza, casa de cultura y barrios, en los que se ubicarán los distintos colectivos presentes en la feria. La razón es que del 6 al 8 de marzo de 2020 vuelve Gustoko, la feria de producto alimentario y gastronómico del mundo agro que organiza Bilbao Exhibition Centre cada dos años. vuelve más comprometida si cabe con la alimentación y el consumo slow food, pero también con la producción local, artesanal y ecológica.
Cuando conceptos como slowfood, medio rural, producción sostenible o alimentos autóctonos se fusionan con la calidad, el éxito está asegurado. Y si, además, el trabajo de estos productores comprometidos con sus orígenes dispone de un escaparate para mostrarse al mundo, el objetivo está cumplido. Estas son las premisas con las que nació Gustoko, la feria de productos alimentarios y gastronómicos, que se ha convertido en un referente en el mundo agrario.
Actividades en Gustoko
En esta edición, por primera vez, la producción ecológica se ha hecho un hueco con un espacio reservado para este tipo de alimentos cultivados sin productos químicos y procesados sin aditivos. También el movimiento slow food estará muy presente con la participación, entre otros, de Mungia, uno de los tres municipios vascos que acreditan la distinción Cittaslow, galardón otorgado por haber creado espacios que mejoran la calidad de vida de su ciudadanía. Los productores mungiarrasestarán acompañados por representantes de este movimiento en el Territorio Histórico de Araba, además de por productores de anchoas de Bermeo o de los manjares de las asociaciones de Desarrollo Rural como UrduñakoZaporeak.
Pero, además, la feria verá ampliado su espacio expositivo para dar mayor cabida a los representantes de los productos con Denominación de Origen. Habrá txakoli, cárnicos, aceite y, por supuesto, queso entre estos productos tan codiciados por el consumidor.
Gustoko contará con degustaciones y venta directa de productos, así como de una infinidad de actividades dirigidas al público en general y también a profesionales. Entre estas últimas destacan actividades como catas y maridajes o un show cooking con productos de la zona expositiva. Habrá, además, una txosna, área de turismo gastronómico y rural, y una casa de cultura, que acogerá demostraciones de artesanía. Asimismo, habrá presentaciones de iniciativas relacionadas con los conceptos de sostenibilidad y producción local que defiende esta feria.En cuanto a los espacios, se dispondrá de una zona educacional dirigida al público infantil, zonas de pic-nic y una guardería.Para los profesionales se organizarán una misión inversa y catas libres.
Esta es la tercera edición de Gustoko que en 2018 contó con la participación de más de 16.000 visitantes procedentes principalmente de Euskadi y Aquitania, además de la cornisa cantábrica. En cuanto a los productores, que fueron en torno a los 300, llegaron de País Vasco y Navarra, así como de Burgos, Cádiz, Ávila,Asturias y Cantabria, entre otros territorios.
I Concurso popular de Porrusalda
La feria GUSTOKO, que impulsa la producción autóctona y sostenible, se apunta a los certámenes gastronómicos con la organización del I Concurso popular de Porrusalda. La cita tendrá lugar durante la mañana del sábado 7 de marzo y contará con la organización de MakilarenKofradia.
En este primer certamen tendrá como protagonista un producto tan de la tierra como es el puerro. Dicen los expertos, que aunque hay producción durante todo el año, la de invierno tiene otra calidad. En esta época del año, esta verdura se caracteriza por su mayor grosor y por presentar un gusto más intenso. Así que salsa y sabor estarán garantizados. La competición tiene un carácter popular. Se espera contar con la participación de numerosas cuadrillas dispuestas a competir por el primer trofeo a la mejor porrusalda de BEC.
Las normas del concurso serán las habituales en este tipo de competiciones culinarias. Por ejemplo, todos los guisos deberán cocinarse de cara al público; si algún participante lleva algo cocinado de antemano será descalificado automáticamente, y cada cazuela deberá tener al menos cuatro raciones. Un jurado profesional valorará las elaboraciones a concurso.
