El tenor publica ‘Música para la vida’, un libro donde revela sus miedos, sueños y motivaciones sin renunciar al sentido del humor
José Manuel Zapata (Granada, 1973) lleva más de veinte años subido encima de un escenario. Durante ese tiempo ha tenido el honor de actuar en el Metropolitan de Nueva York, el Liceo de Barcelona o la Ópera de Berlín, entre otros teatros internacionales. En los últimos años, además de cantar, ha puesto en marcha espectáculos como From Bach to Radiohead, para acercar la música clásica y contemporánea mostrándolas en armonía al público. En el libro Música para la vida (Planeta), el tenor se baja del escenario para contar su experiencia artística y desterrar los prejuicios que acompañan al género clásico y la ópera. El humor y la música también le acompañan ahora en el Concierto para Zapata y Orquesta, un espectáculo festivo que tendrá lugar el 11 y 12 de febrero en el Palacio Euskalduna de Bilbao, y donde se parodian algunos de los ‘clichés’ de la música clásica.
‘From Bach to Radiohead’, es su espectáculo y el subtítulo de su libro, ¿qué tienen en común la banda británica y el compositor alemán?
La buena música. Hay tres siglos de diferencia entre Bach y Radiohead, pero coinciden en la misma calidad y la misma energía de una música magnífica.
¿Qué significa la música para usted?
Lo es todo. La vida es la música y la música es la vida, no concibo una cosa sin la otra. Es imposible separarlo.
Con apenas tres años cantaba en el patio de luces del piso familiar de Granada mientras las vecinas le aplaudían, ¿Cómo recuerda esa época?
Con mucho cariño. Mi abuela Concha fue la que me hizo debutar, me sacaba a cantar y me miraba orgulloso mientras las demás vecinas aplaudían. Que una abuela te mire así es lo mejor del mundo.
Si nos adentramos en la educación, la música en España está relegada a un segundo plano, ¿qué papel juega la escuela en la misión de recuperar el valor de la música clásica?
Debería jugarlo todo, pero la realidad es que no juega ningún papel. Está totalmente relegada a la mínima expresión. Hay colegios que deciden incorporarla, pero es una decisión individual. Debería haber un plan estratégico para que la música esté dentro de la educación inicial de los niños.
Ara Malikian, André Rieu o Jaime Altozano, entre otros, han popularizado y divulgado la música clásica, ¿Cuál cree que es la clave para acercar este género musical a todo tipo de público?
Lo que nos mata muchas veces son los prejuicios, el pensar que este tipo de música solo lo pueden escuchar personas muy cultas y ricas, y no es así. Hay que convencer a la gente de que la música clásica le vale a cualquiera, a cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad.
No siempre es bien recibido mezclar diferentes estilos en determinados géneros musicales, ¿hay puristas en la música clásica?
Sí, como en todo. Hay en el flamenco, en la clásica, en el rock… Hay personas a las que les gustaría que todo estuviese siempre igual y que no cambiara nada. Yo no soy de ese pensamiento, creo que hay que cambiar cosas y evolucionar. La vida evoluciona y nosotros con ella.
En el libro dice que el mundo de la música clásica sigue siendo machista, que hay muy pocas mujeres directoras o compositoras, ¿cree que esta desigualdad desaparecerá en un futuro?
No tiene más remedio que desaparecer, porque si no, nos vamos a la porra. No tiene ningún sentido que este sector siga siendo machista, y más en el mundo en el que vivimos. Parece que estamos avanzando poco a poco, pero aún queda mucho por hacer.
Ha actuado en los escenarios más importantes del mundo, ¿qué se siente al cantar en un teatro como el Metropolitan de Nueva York?
Felicidad, emoción, orgullo, honor… Un montón de cosas buenas, y también un poco de miedo, de responsabilidad. Alguna cosa negativa y muchas positivas.
Hace tiempo aparecieron unas denuncias contra Plácido Domingo por acoso sexual, ¿cree que hay que separar al artista de su obra?
Por supuesto, porque de lo contrario, nos perderíamos gran parte de la historia del arte. No veríamos cuadros de Picasso, no escucharíamos óperas de Mozart ni tampoco de Wagner, que era antisemita. Sería todo un desierto.
Para usted, hay dos tipos de música: la buena y la mala. ¿Dentro de qué categoría incluiría el trap o el reguetón?
Habrá de todo, pero ese tipo de música me da mucha, mucha, mucha pereza. Sobre todo los valores que representa y las letras que usan, que me parecen basura en el 90 % de los casos. Luego habrá un 10% de artistas buenos que se salven y que escriban letras maravillosas dentro de esta especialidad. Pero en general, lo que se hace para el ‘mainstream’, para todo el mundo y para las masas, como digo yo, es bastante basura.
Y de lo que usted considera buena música, ¿a quién tenemos que escuchar?
A Radiohead, a Serrat, a Alberto Iglesias, que ha compuesto bandas sonoras para Pedro Almdóvar; también a Billie Eilish, una chica joven que me parece que hace cosas buenísimas. Y luego a la primera Rosalía, que es una artista fantástica, no la de ahora, que hace reguetón y cosas comerciales.
¿Cómo ha afectado la pandemia al sector de la música clásica?
Ha afectado mucho. Tenemos la mitad del público, la energía es diferente, y los conciertos con mascarilla son un rollo. Pero no podemos quejarnos porque hay mucha gente peor que nosotros. Hay que animar al público para que acuda a los conciertos y disfrute con nuestro arte.
Durante el confinamiento, ¿cantó desde el balcón para animar al vecindario?
No, porque yo vivo en una casita adosada en Illescas y mis vecinos me tienen ya muy visto.
¿Qué sueños tiene José Manuel Zapata?
Sueño con que el mayor número de personas a las que pueda alcanzar sientan con Rossini, Chopin o Verdi, lo mismo que sentí yo aquel día, cuando, sin tener estudios superiores, una alta cultura o una familia rica, llegué por primera vez al ensayo del coro Federico García Lorca de Granada. No sé si algún día pasará, pero tengo claro que voy a dejar vía para que esto suceda. En cierta manera, ya estoy cumpliendo ese sueño, porque cada vez estoy llegando a más gente y a más gente estoy convenciendo. Soy como una especie de evangelista de la música.
