Alba Martín
En El Redal, municipio de La Rioja, está ubicada La Casa de La Condesa, una acogedora casa rural a la que es agradable acercarse en cualquier época del año. Esta es la puerta a un valle recóndito y encantado, el Valle de Ocón, que es Reserva de la Biosfera y que merece la pena descubrir.
María y Fernando se enamoraron de este lugar hace dos años, en diciembre 2018. Vivían en Logroño y querían cambiar la ciudad por un lugar más tranquilo. Así, se les ocurrió formar parte de la oferta de agroturismo que hay en el Estado. Comenzaron buscando por Haro, pero Fernando, que ya conocía el Valle de Ocón, quiso acercarse al lugar. Finalmente, optaron por visitar un hostal que estaba a la venta. Las habitaciones estaban preparadas para acoger huéspedes: tenían baño, estaban decoradas… Les encantó y decidieron dar el paso de montar lo que hoy en día es La Casa de La Condesa, que comenzó su actividad en abril de 2019.
María cuenta que la casa está situada en un lugar con mucho encanto: “Uno de los puntos más importantes de esta casa es el jardín”, asegura. Se trata de un espacio pequeño, romántico, incluso “un poco asalvajado”. Este tiene sombra durante el verano gracias a los cuatro tilos que hay en él, y en invierno, por el contrario, tiene mucha luz porque se caen las hojas de los árboles. Es un lugar perfecto en el que sentarse a descansar mientras se escucha el sonido de los pájaros.
Otro de los puntos fuertes de La Casa de La Condesa es el de los desayunos: “Ofrecemos café, zumo de naranja, tostadas, aceite de oliva virgen hecho en el Valle de Ocón, un bizcocho hecho con huevos del Valle también… todo kilómetro 0”, afirma María. Actualmente, a causa del Covid-19, los desayunos se ofrecen en el jardín, en el comedor y en el salón, en grupos reducidos para garantizar la seguridad de los huéspedes. A esta medida se suma que se han reforzado las labores de limpieza y, además, se pasa un cañón de ozono para desinfectar.
En cuanto a las habitaciones, estas están decoradas con retratos de antepasados de María y Fernando. Algunos de ellos residían en el Valle de Ocón. Ahora, todos ellos forman parte de la temática de cada habitación. Cada una de ellas están dedicada a uno de los familiares de la pareja. Entre ellos se encuentran Luis Altolaguirre Jaúdenes, Inpector General de la Administración Militar e Intendente Militar en Navarra; José Solano y Bote, I Marqués del Socorro; Antonio de Trueba, escritor y músico, y Rita Barrenechea, I Condesa del Carpio. En cada uno de los cuartos, hay un libro que habla sobre el personaje que preside la habitación, o, en su defecto, sobre la época en la que vivió.
Todas ellas cuentan con baño propio y una tranquilidad óptima, necesaria para desconectar del ajetreo de la ciudad. Disponen de habitaciones dobles (60 euros/noche) e individuales (48 euros/noche). Además, se pueden añadir camas supletorias (24 euros/ noche) y cunas para bebés (gratis). En total hay 9 cuartos. Si lo que se desea es tener más intimidad, existe la posibilidad de alquilar la casa completa por 600 euros/noche.
UBICACIÓN DE ENSUEÑO
La localización geográfica en la que está ubicada La Casa de La Condesa es algo que no hay que dejar pasar. El Valle de Ocón es un lugar desconocido, incluso para muchos de los habitantes del mismo. Está formado por pueblos pintorescos: “Desde cada pueblo se ve el otro, con su campanario, las casas… es precioso”, asegura María. El paisaje es “un poco toscano”. La parte baja está formada por olivos, cereal, almendros, viñas… Subiendo, hay un encinar y, por último, en la parte alta hay una sierra: la Sierra de la Hez, que cuenta con un precioso robledal.
Hasta allí, tal y como cuentan María y Fernando, se acerca gente que quiere descansar, aficionados al senderismo, ciclistas… hay sitio para todos porque “en este lugar tan pequeño, se cambia mucho de paisaje”. Cabe destacar que este lugar tiene la Certificación Starlight, lo que significa que no existe la contaminación, por lo que se pueden apreciar y disfrutar las estrellas. Además, el Valle de Ocón está integrado en la Ruta del Vino de La Rioja Oriental, por lo que tienen cabida los amantes del enoturismo.
PUEBLOS CON ENCANTO
La Casa de La Condesa está, a su vez, a medio camino entre Logroño y Calahorra, por lo que se puede volver a la vida de ciudad en unos pocos minutos. Además, muy cerca existen pueblos preciosos en los que la actividad no cesa. Entre ellos está Santa Lucía, un pequeño pueblo que se encuentra debajo del Castillo de la Villa. En él se puede ver la Ermita del Carmen, que fue restaurada en 1949. A su vez, hay una plaza muy moderna junto a la Iglesia de Santa Lucía. Se trata de una fusión de muestras arquitectónicas de distintas épocas muy interesante de ver. Cabe destacar que cada verano se realiza una exposición gráfica de muestras realizadas con elementos de la naturaleza.
En el Valle de Ocón también hay ruinas romanas, que se pueden visitar gracias a las rutas que hay organizadas, y un interesante molino de viento desde el que se puede obtener una panorámica preciosa de La Rioja y, por supuesto, del Valle. Ideal para desconectar y descansar.