Este contenido pertenece al número 1058, publicado el 6 de mayo de 2021.
Arturo Trueba
El mes de las flores comenzó con un reparto masivo de ramos para las madres, con motivo del Día de la Madre el 2 de mayo. Fecha de celebración para los madrileños, que en esta ocasión fue utilizada para la traca final de una campaña electoral que ha monopolizado la información en medios de comunicación y redes sociales durante demasiado tiempo, especialmente para quienes no viven en esa comunidad. Lo mejor es que ya se ha terminado. Y ya no se tendrá que soportar esa matraca, como cuando se difunden a todos los periféricos los problemas físicos de jugadores blancos, los fichajes o los proyectos de super competiciones del Real Madrid. Como diría aquel, les viene a interesar lo mismo que un accidente de bicicleta en Pekín, salvo ese alarde de despropósitos que cuestionan la idea de la democracia. De todas formas, costará deshacerse de esa resaca.
Volviendo a lo nuestro, esperemos que las curvas de la pandemia bajen definitivamente y que pronto nos veamos ‘desperimetrados’ y con capacidad de reemprender esperanzados la actividad cultural, comercial, social, gastronómica, económica o viajera. Hace falta remontar con nuevos bríos, y mayo es un mes más que adecuado para ello. En este caso coincidirán varios elementos para la esperanza. El avance, por fin significativo, de las vacunaciones, la baja del efecto Semana Santa y Finales, el avance del calendario con la subida de temperaturas y tiempos más bonancibles. Nuestra cultura se sumerge en ‘Los locos años veinte’, con una exposición en el Museo Guggenheim y unas propuestas escénicas en el Teatro Arriaga, un siglo después de ese periodo que tanto marcó a la cultura y a la sociedad europea y mundial. Nuestros teatros redoblan funciones en el Teatro Campos, Euskalduna o Pabellón 6. El FSForum da un protagonismo innovador durante este mes a la cultura con ese fenómeno internacional que supone el Fair Saturday, de origen bilbaino. El cine sigue con sus programas en AZ y otros espacios. Y con el festival Fant, de cine fantástico, en plan protagonista.