El 15 de mayo de 2007 la ría del ocio festejaba su 20ª aniversario. Siguiendo su línea original de informar puntualmente sin descuidar por ello el ocio, la diversión y toda la juerga posible… decidió montar un acto memorable, entregando una serie de premios a gente que había impulsado el resurgimiento de ese ‘nuevo Bilbao’ que ya apuntaba muy buenas maneras, desde representantes de las letras y las artes hasta la hostelería, la comunicación y el deporte, e incluyendo a antiguos colaboradores de la revista. Veinte eran los años que se cumplían; y veinte fueron los premios entregados. A ese acto llegaban por vez primera, y ya para quedarse, las Angulas de la Ría, un original trofeo basado en un dibujo de Álex de la Iglesia para la ría, elaborado por la empresa ‘Kopas’ y diseñado por el propio Arturo.
Y sí que fue memorable la que se organizó. En opinión de muchos aquello redefinió el concepto de ‘fiesta’; y dio paso a un nuevo formato, y al descubrimiento del ‘espacio Euskalduna’. Habían ofrecido otra ubicación, junto a La Carola; pero Arturo estuvo rápido, y pensó que la climatología en esta Euskadi nuestra es siempre impredecible, y prefirió acogerse bajo el puente Euskalduna. No demasiado tarde: la tormenta que se desató aquel día primaveral fue épica. No paró de llover hasta media hora antes de la convocatoria, y los chaparrones pillaron a los asistentes que llegaban en barco por la Ría, convirtiendo su arribada en un colorido desfile de paraguas. Los truenos y relámpagos, y la lluvia intermitente, no cesaron hasta bien entrada la madrugada; pero esto no disuadió a casi nadie, y a aquel novedoso lugar se acercaron a partir de las ocho de la tarde nada menos que mil doscientos ilustres invitados.
Hay que decir que el montaje, la organización y el esfuerzo lo merecían; y no menos los ilustrísimos premiados. En un entretenido acto, presentado sobre el amplio escenario por Iñaki Astigarraga, Gurutze Beitia y Sol Maguna, se entregaron las primeras Angulas de la Ría de la Historia.
Esos veinte primeros anguleros fueron (y ojo al dato) Miguel Zugaza, por esas fechas director del Museo del Prado y hoy del Bellas Artes de Bilbao; el bilbaino director de cine y guionista Pedro Olea, que llevaba ya un Goya a sus espaldas; el Museo Guggenheim, por catapultar la Villa hacia el mapa universal –recogió su director, Juan Ignacio Vidarte; Metro Bilbao, por haber comenzado esta revolución, y cuya angula entregó J.J. Davalillo al entonces gerente; el Teatro Arriaga, angula que agradeció el Concejal de Cultura Jon Sánchez; el grupo teatral Karraka, que asistió con numerosos componentes, y en nombre de todos los cuales recogió su angula el director, actor, dramaturgo, y posteriormente Premio Nacional de Teatro, Ramón Barea; Julen Guerrero, figura e icono del Athletic Club; el navegante Unai Basurko, que agradeció la angula entregada por Aitor Elizegi, responsable del catering del que se nutrió durante su vuelta al mundo; el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, representado por su aún hoy gerente Pedro Barreiro, por haber devuelto los peces a la Ría; José Antonio Nielfa ‘La Otxoa’, por… por ser único e irrepetible; el bilbainísimo e internacional grupo musical El Consorcio, cuyos integrantes acudieron en pleno; nuestra gran diseñadora de moda Miriam Ocáriz; el llorado Café Boulevard, definitivamente cerrado unos meses atrás tras 135 años de historia bilbaina; a título póstumo el siempre recordado y añorado Javier Urquijo, periodista, pintor, crítico taurino y de Arte… y viejo colaborador de la ría del ocio, y cuyo galardón recogió su hija Elvira; la coordinadora y responsable de la Feria del Libro de Durango, el mayor escaparate de la difusión de la cultura vasca; la prolífica escritora Toti Martínez de Lezea, reina indiscutible a la hora de ficcionar la Euskadi histórica; el vitriólico escritor Juan Bas, que tres años después fundaría el ya famoso festival de humor en el arte y la literatura Ja! Bilbao; y la rutilante estrella televisiva Anne Igartiburu, que colaboró con esta revista al principio de su carrera, y que agradeció emocionada la angula que recibió de un no menos emocionado Arturo Trueba con un discurso en parte en euskera. No pudieron asistir, por compromisos previos, el director de cine Álex de la Iglesia, antiguo dibujante y maquetador de la ría del ocio, y en cuyo nombre recogió la angula (la angula por él mismo dibujada en su origen) su hermana Arantza; y el renombrado pintor Jesús Mari Lazkano, que se encontraba en Roma, pero se proyectó un vídeo en que el pintor agradecía, desde la Ciudad Eterna, la angula que Gorka Martínez, de BBK, entregó a su mujer y a su hija.
En suma, un elenco de campanillas, al que acompañó el fondo musical del joven trío vizcaíno Los Brazos, que con un potente y divertido directo empezaba por entonces a hacer sus pinitos, y hoy es asiduo de numerosos festivales de renombre. Inolvidable el baile que se marcó Astigarraga sobre el escenario con una descalza Igartiburu, espectacular ‘mujer de rojo’ que se quitó los rojos zapatos de tacón para bajar ‘a la altura’. En el gran espacio abierto y bajo techado, flanqueado por casetas de BBK con barra libre, el maestro del asado al burduntzi, Karlos Ibarrondo, ofreció a los asistentes una ternera entera, la primera de su luego dilatada carrera, preparada en la enorme parrilla sobre unas brasas que llevaban poniéndose a punto desde el día anterior; mientras en la carpa VIP el Grupo Iruña servía un excelente catering a los galardonados.
Gracias a la entusiasta organización, al patrocinio desinteresado de empresas y entidades como BBK, Supermercados Ercoreca, Grupo Iruña, Kalitatea… y el apoyo de tantos amigos, aquella fiesta marcó un hito en la historia de los saraos de la Villa.
Después ha habido otras fiestas con magníficas celebraciones, y más Angulas de la Ría (el 25ºAniversario en el recién reinaugurado Teatro Campos, el 30º en la Sala BBK –y a partir de ahí la convocatoria anual en la misma sala)… pero siempre habrá un antes y un después de ese memorable aniversario.
Elena Marsal
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