El Teatro Arriaga acoge otro estreno de una compañía vasca, en este caso Tartean Teatroa, que presenta su nuevo proyecto Kortxoaren dilema, una obra escrita por Patxo Telleria. El montaje está dirigido por Mireia Gabilondo y serán el propio Telleria y Mikel Martinez quienes lo defiendan sobre el escenario mañana y pasado, los dos días a las 19:30 h.
Kortxoaren dilema es un thriller de enredo e intriga política para dos actores, en espacio único y a tiempo real. La obra aborda profundos conflictos políticos y dilemas éticos, pero no es un drama, sino una comedia política, debido a su estructura. Es la trama lo que hace que esta pieza sea una comedia de enredo, en la que constantemente van saliendo conejos de la chistera que toman a los personajes y a los espectadores por sorpresa y que cambian radicalmente la dirección de cada situación. Nada es lo que parece en un principio.
Y es política, en el sentido más humano del concepto, porque coloca a los personajes en el borde del precipicio. Asumir con todas sus consecuencias ciertos principios puede costar la vida. Así, Kortxoaren dilema es un divertido juego teatral sobre ética, coherencia, traición y venganzas. En esta batalla, el que no pierde la vida, pierde la dignidad. Será una batalla dura y completa, en estos tiempos oscuros de post verdad y fake, en los que cuesta discernir qué es verdadero y qué falso.
Sinopsis
El PROFESOR (70 años) es un catedrático jubilado, un referente intelectual de la izquierda. Tiene un cáncer con muy mal pronóstico, pero inesperadamente ha surgido una posibilidad de curación. Puede recibir tratamiento con uno de los equipamientos de radioterapia que un conocido multimillonario ha donado al sistema público de salud.
Esa donación ha sido elogiada por la opinión pública. Unos pocos, sin embargo, denuncian que se trata de un truco de trilero de quien no paga los impuestos que en justicia debería. Una de las voces que más ha destacado en la denuncia de esta obra de caridad ha sido, precisamente, la del profesor, quien ahora deberá decidir si ser fiel a sus principios e inmolarse, o bajarse los pantalones. Con una decisión tomada y cuando está a punto de hacerla pública, aparecerá ante él un antiguo ALUMNO (60 años) con la intención de saldar cuentas pendientes.
