Una gran tortuga laúd fue avistada el sábado, 16 de octubre, a 12 millas del Puerto de Bermeo en una de las salidas en barco de “Cetáceos a las 10” organizadas por Ekoetxea Urdaibai, Hegaluze Itsas Zerbitzuak y verballenas.com para el avistamiento de cetáceos en la costa vasca. La tortuga, que medía más de un metro sesenta, nadaba tranquila en la superficie del agua y parecía un bote con la “quilla al sol”. De color negro azabache, su caparazón no tiene las placas características del resto de tortugas sino que es de cuero. Carece de uñas y su cuerpo tampoco tiene escamas sino piel.
Es una especie muy pelágica, es decir, vive en aguas medias o cerca de la superficie, y es una gran nadadora que cría en playas de mares templados y se traslada al hemisferio norte de abril a julio, época del año en la que se aparea. Se alimenta principalmente de medusas y salpas, aunque no desdeña carroña e incluso calamares. Se trata de la especie de tortuga más grande del mundo, ya que llegan a medir los casi dos metros de caparazón y pueden pesar cerca de mil kilogramos. Su situación está muy amenazada por culpa de las capturas accidentales en artes de pesca, sobre todo palangres y trasmallos, la contaminación por la ingestión de plásticos y globos de helio, y por la destrucción de sus hábitats de cría.