El Museo Guggenheim Bilbao presenta hasta el 6 de octubre “Una mirada atrás: Giorgio Morandi y los Maestros Antiguos”, un recorrido por la obra de uno de los grandes pintores italianos del siglo XX que revela las relaciones entre sus naturalezas muertas y algunos de sus principales referentes en la historia de arte. Patrocinada por Iberdrola, esta muestra reúne por primera vez una amplia selección de las excepcionales pinturas de Morandi y algunas de las obras los Maestros Antiguos que influyeron en su práctica artística a lo largo de cuatro décadas, desde el período de entreguerras y hasta principios de la década de 1960.
Nacido en Bolonia y dedicado a la investigación de la realidad objetual (botellas, jarrones, cajas, latas) y paisajística, reconfigura sus objetos predilectos una y otra vez de maneras diferentes, centrándose en las posibilidades que ofrece la representación de artículos domésticos triviales. Su pintura figurativa se diferencia del resto del arte pictórico del siglo XX por poseer una intensidad, belleza y atemporalidad únicas. A lo largo de su práctica, Morandi estudia diferentes escuelas de la pintura europea. Sin embargo, vio en persona tan solo unas pocas de aquellas pinturas que le inspiraron en museos y exposiciones; la mayoría descubiertas a través de reproducciones fotográficas, ilustraciones de libros y revistas o mediante de historiadores de arte.
La exposición desarrolla su recorrido en tres de las salas del Museo Guggenheim, donde en cada una de todas ellas, se permite crear un diálogo entre las pinturas de Morandi y de Maestros Antiguos, resaltando características como la teatralidad de la pintura española del siglo XVII, el naturalismo del Seicentoitaliano, y la intimidad y la geometría de Chardin. “Estoy seguro de que esta nueva muestra atraerá a numerosos aficionados al arte y será un nuevo éxito para el Museo Guggenheim Bilbao, que ya se ha convertido en una institución cultural de referencia en nuestro país y en el mundo.” según afirma Ignacio S. Galán, Presidente de Iberdrola.
RECORRIDO POR LA EXPOSICIÓN
Sala 305. Morandi y la tradición del bodegón
El conocimiento de Morandi de los artistas del Siglo de Oro español coincide con el redescubrimiento en Italia de estos maestros. El crítico e historiador del arte Roberto Longhi, que era amigo de Morandi, ya había llamado la atención sobre Diego Velázquez y Francisco de Zurbarán en sus escritos. En esta primera se yuxtaponen los jarrones de Morandi con una copia del siglo XVII del Greco que demuestra el virtuosismo del Maestro Antiguo para la representación de plantas, la hiedra en este caso. También se incluyen en este espacio algunos bodegones de Morandi que evocan la composición armoniosa de las obras de artistas como Zurbarán y Meléndez.
Sala 306. Morandi. Un nuevo incamminato
En 1935, Robert Longhi publica su historia de la Escuela de Bolonia bajo el título Momenti della pittura bolognese. En él postula que la característica dominante de la pintura boloñesa es la interpretación inmediata y expresiva del naturalismo. Resulta significativo que concluya su análisis con Giorgio Morandi, describiendo su obra como la de un nuevo incamminato (encaminado). En esta sala se reúnen algunas pinturas de Crespi en diálogo con las naturalezas muertas de Morandi.
Sala 307: Espacio y matière: Chardin y Morandi
Entre los Maestros Antiguos, Morandi admira profundamente al pintor francés de género Jean-Baptiste Siméon Chardin. Morandi es profético en su juicio, ya que el artista del siglo XVIII había sido, en gran medida, ignorado en Italia durante el período anterior a la Segunda Guerra Mundial. En las primeras indagaciones que hace sobre Chardin a través de publicaciones, Morandi pudo haber leído el artículo que el crítico de arte Henri de Prureaux publicó en 1911 en la revista de vanguardia La Voce, donde argumenta que Chardin había inventado la naturaleza muerta moderna autorreferente.
En esta sala se expone una selección de naturalezas muertas de Morandi al lado de una naturaleza muerta de Chardin, cuya composición incluye elementos similares. Más interesantes serán las obras de Chardin donde un joven está construyendo un castillo de naipes. Morandi emula las formas geométricas de dichos castillos de naipes en la disposición de las cajas que aparecen en muchas de las obras que se exponen en esta sala.