Continúa el mes de mayo, y prosigue la desescalada. Para finales de junio la sociedad entra en esta nueva normalidad y, en ella, el turismo es pieza clave. No solo para el disfrute y descanso de muchos -merecido tras unos meses de gran preocupación y tristeza-, sino también como vía necesaria para la recuperación económica de muchos lugares.
La importancia de la confianza
Debido a la crisis sanitaria y al confinamiento que ha habido a nivel mundial, se ha producido un claro declive del turismo. Sin embargo, este verano se presenta como una gran oportunidad por volver a sonreír y hacer, por qué no, una actividad turística responsable. Viajes de los que, además, también dependen puestos de trabajo y gran parte de la economía de la Península.
Para ello, son importantes dos elementos: la sensación constatable de seguridad por parte del viajero, y la conciencia de los beneficios de viajar, más allá de una simple cuestión lúdica. Según los expertos, viajar conlleva amplitud de miras, desarrollo de la identidad conforme conocemos el mundo que nos rodea y que nos es dado, un vínculo y una relación experiencial más profunda, y también reducción de estrés y un conocimiento multicultural que hace que se pueda conformar un mundo más tolerante.
Por ello, Zurab Pololikashvili, Secretario General de la Organización Mundial del Turismo, ha querido recordar el papel clave del sector turístico, “promoviendo la solidaridad”, y “el restablecimiento de la confianza a mayor escala”. Para recuperar esta confianza también se han elaborado protocolos de salud y seguridad, incluyendo cuestiones como el desplazamiento, el alojamiento, el ocio o la alimentación durante la escapada vacacional.
La recuperación del sector
Las medidas sanitarias propuestas desde la Unión Europea son el punto de partida para la recuperación. Entre ellas, destaca la distancia de seguridad de entre 1,5 y 2 metros en los establecimientos hoteleros, medidas especiales de higiene para spas y piscinas, facilidades para disponer de servicio médico, proveer de toda la información necesaria al cliente antes de su llegada, formar al staff en este tipo de procedimientos y no realizar actividades en espacios cerrados en los que no se pueda asegurar el distanciamiento necesario. Además, en el aspecto empresarial, la Organización Mundial del Turismo ha puesto en marcha un Programa de Asistencia Técnica para la Recuperación del Turismo, ofreciendo orientación sobre cuestiones económicas, marketing y promoción, así como fortalecimiento institucional y resiliencia.
A nivel local, el Ayuntamiento de Bilbao contempla medidas de apoyo al sector turístico dentro de ‘Bilbao Aurrera!’, el plan de medidas urgentes aprobado para la reactivación económica de la Villa. Entre ellas, destacan las ayudas para los sectores más afectados, destinadas a la instauración de protocolos de salud, así como acciones extraordinarias de promoción turística de la ciudad, sobre todo aquellas que tengan que ver con los mercados de proximidad.
Asimismo, la Diputación Foral de Bizkaia ha impulsado también ‘Bizkaia Aurrera!’, el plan de 12 medidas económicas para la recuperación de la actividad. Una de ellas son los bonos para incentivar el consumo, incluídos los establecimientos turísticos, así como un plan de turismo interior, con casi un centenar de propuestas inspiradoras, la promoción y comercialización a través de una plataforma web y mucho más.
En esta línea, el Gobierno Vasco también ha aprobado un programa de ayudas para la hostelería, comercio y el turismo, para facilitar la “supervivencia” de los sectores, “minimizar el impacto” y “volver a la actividad”. En este caso, las ayudas están destinadas a autónomos y pequeñas empresas y microempresas con una de estas actividades de negocio, que hayan suspendido su actividad durante el Estado de Alarma o que tengan una reducción del 75%.
Euskadi: tanto por descubrir
En ocasiones, parece que es necesario irse muy lejos para descubrir rincones de ensueño. Y, como las cosas más valiosas de la vida, a veces lo más bello puede estar a tan solo unos pasos. Las cuestiones económicas y las diferentes circunstancias sanitarias de cada país, hacen de esta situación una oportunidad para redescubrir Euskadi, y hacerlo visitando todos aquellos tesoros poco conocidos o esos otros que tanta admiración despiertan en los turistas extranjeros.
Como ya ocurriera en 2008, Euskadi resiste mejor cualquier circunstancia adversa, porque tiene en su propia tierra destinos de incalculable valor. Además del tan alabado San Juan de Gaztelugatxe o la bahía de la Concha, también existen otros lugares como Urdaibai-patrimonio de gran riqueza natural-, la selva de Irati, la Catedral de Vitoria, o enclaves como Hondarribia, Mundaka -para los más surferos-, Lekeitio, el parque natural de Gorbea, o Elantxobe.
Si quieres conocer esta y otras propuestas, la Agencia de Turismo de Euskadi pone a disposición de los usuarios la web https://www.thebasqueroute.eus/es/ , con infinidad de alternativas para todos los gustos y un planificador de viajes que hace que todo se vuelva más fácil. Mucho por descubrir.
Tesoros cercanos
También existen destinos cercanos que merece la pena conocer, y que suponen una gran alternativa para cuando la desescalada termine y las condiciones sanitarias lo permitan. Uno de ellos es La Rioja, que tiene mucho que ofrecer más allá de Logroño, con lugares tan apetecibles como Santo Domingo de la Calzada o Haro. Asimismo, otra buena opción tanto en esta tierra como en País Vasco es el enoturismo. Un sector que seguramente ofrezca una adaptación a esta nueva realidad, con degustaciones y catas más reducidas, una personalización de la experiencia o una mayor flexbilidad de horarios. Bodegas como las de la Ruta del vino de la Rioja Alavesa permiten además disfrutar de paisajes de viñedos, una estupenda gastronomía y pueblos como Labastida, con gran encanto. Si lo tuyo es un ambiente costero, Asturias no te defraudará. Cudillero es considerado uno de los pueblos más bonitos, así como Lagos de Covadonga o la riqueza histórica de Cangas de Onís. Más cerca, en Cantabria, puedes dar un paseo por la bahía de Santander o conocer pueblos como Santillana o Comillas, lugar este último con edificaciones como ‘El capricho’ de Gaudí. También hay aquí paisajes imponentes, como los que ofrece el Faro del Caballo. Sitios que merece la pena conocer y que muestran un encanto especial que no deja indiferente a ningún visitante. Y es que, cuando todo pase, sin duda, volveremos a viajar.