Un centenar de personas se reunieron ayer frente a la Sala Andén 56 en Burgos para protestar con el movimiento Alerta Roja por la situación actual que está viviendo la cultura.
Burgos secunda el movimiento Alerta Roja
28 ciudades de España se manifestaron ayer para protestar contra la situación en al que se encuentran los trabajadores de espectáculos y eventos. La cultura está viviendo sus momentos más críticos tras la crisis de la Covid-19. Para poner en manifiesto la situación en la que se encuentran estos trabajadores se han agrupado bajo el movimiento Alerta Roja, a través del cual buscan «instar al Gobierno y a las Administraciones Públicas a que tomen medidas urgentes para garantizar la supervivencia del sector».
Los trabajadores culturales de Burgos se unieron ayer a esta protesta, secundando el movimiento frente a la Sala Andén 56. La convocatoria reunió a más de un centenar de personas. Músicos, técnicos, promotores y empresarios del ámbito de la cultura se han movilizado para dar visibilidad a la situación que están viviendo.
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Burgos se sumó a la movilización de manera improvisada gracias al empuje de esta sala de conciertos de la ciudad. Además, ha contado con el apoyo de nombres locales reconocidos como La M.O.D.A. Rober del Pyro, David Sendino o Eslabón.
El movimiento Alerta Roja ha sido secundado por miles de personas en todo el país, generando una gran movilización tanto en las calles como en las redes sociales, donde se han publicado a lo largo de toda la jornada imágenes en rojo para secundar la protesta. En ciudades como Valladolid, según las primeras estimaciones, se han reunido más de un millar de personas para poner en valor a un sector que necesita ayudas y reafirmar que la cultura es segura.
Peticiones del manifiesto
En el manifiesto que defienden los trabajadores del sector cultural propone para las empresas que puedan recuperar los ERTE hasta que no sea posible trabajar con el 100% de los aforos. Además, buscan mantener la presentación del persona afectado en el 70% de la base de la reguladora. También proponen la reducción del impuesto de sociedades. Y para el conjunto del sector cultural se pide un plan de ayudas directas a autónomos y empresas que acrediten una disminución de ingresos superior al 50% ; la aplicación del IVA reducido a la industrial cultural, del espectáculo y turismo (congresos, reuniones, eventos) y la moratoria de créditos ICO. A este manifiesto se han adherido más de 50 entidades.
Cultura segura
El sector cultural ha demostrado, una vez más, que la cultura es segura. Las manifestaciones se han realizado, en todos los casos, de manera controlada y respetando las normas sanitarias. Durante los meses de la nueva normalidad el sector ha organizado eventos que han cumplido con todas las condiciones de seguridad y sin poner en juego la salud de las personas.
Los conciertos, representaciones teatrales y espectáculos relacionados con la cultura no han provocado ningún rebrote en los últimos meses. Asientos numerados, medidas de higiene, distancia de seguridad y mascarillas han sido los protagonistas en un sector que se ha adaptado a las limitaciones normativas provocadas por el coronavirus. Pero, ante los problemas, la falta de respuesta y la situación crítica en la que se encuentran, el sector del espectáculo ha parado para poner sobre la mesa la incertidumbre de sus empleos.