El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha anunciado que la hostelería podrá abrir en el puente de diciembre si los datos mejoran. Para ello, ha anunciado una apertura gradual por provincias, siempre que la incidencia sea menos de 400 casos por 100.000.
La hostelería podrá abrir en el puente de diciembre si la situación mejora
Castilla y León prevé empezar a levantar las restricciones a partir del próximo 3 de diciembre. Así lo ha avanzado este lunes el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, a los representantes de los hosteleros de la ciudad. Estas medidas adicionales, tomadas el pasado 6 de noviembre, suponían el cierre de la hostelería, los gimnasios y los centros comerciales. Así, la hostelería espera poder retomar su actividad de cara al puente de diciembre, siempre y cuando los casos de coronavirus bajen en cada provincia.
La Junta ha planteado una apertura gradual, y el próximo 3 de diciembre analizarán la incidencia acumulada. Aquellas provincias en la que sea menor a 400 casos por 100.000 habitantes en los últimos catorce días o de 200 en los últimos siete, la hostelería podrá reabrir. Sin embargo, en las que no se alcancen estos datos, los locales tendrán que permanecer cerrados. Unos datos poco esperanzadores en la provincia de Burgos, pues la incidencia en los últimos siete días se encuentra en 580 casos por 100.000. Este anuncio ha causado malestar y decepción entre los hosteleros de Burgos, ya que se plantan ante un futuro incierto y dudas sobre si podrán reabrir en una de las mejores fechas para el sector.
Los matices de esta apertura gradual aún están por definir. En un primer momento, se podrían limitar únicamente a las terrazas, con aforos también limitados, además de la obligada distancia de seguridad.
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Diferencias entre provincias
Francisco Igea admitió en la tarde de ayer que la evolución de la situación epidemiológica está siendo «buena». Pese a ello, la incidencia de casos es muy diferente entre las provincias de la comunidad, pese a que todas se sitúen en el nivel 4 de alerta. La media de incidencia en Castilla y León se sitúa en los 676,17 casos por cada 100.000 habitantes. Pero, comparando entre provincias, Burgos se situaría en los más de 1.300 casos por 100.000 habitantes a 14 días frente a los 380 de Segovia.
Debido a estas grandes oscilaciones, se ha optado por una apertura gradual para las provincias que cumplan los datos. Además, los cuatro niveles de alerta se tomarán como referencia para aplicar restricciones. La Junta tampoco permitirá desplazamientos entre provincias que se encuentren en distintos niveles de alerta, por lo que se plantean los cierres perimetrales.
El vicepresidente de la Junta también anunció que pese a que la hostelería pueda abrir en el puente de diciembre si los datos evolucionan favorablemente, todo apunta a que la comunidad seguirá cerrada. El cierre perimetral de Castilla y León se encuentra vigente desde el pasado 30 de octubre, y previsiblemente continuará así, siguiendo los pasos de otros territorios como la comunidad de Madrid.