La Cantina de Burgos, vinos y viandas que enamoran

La Cantina de Burgos se ha convertido por derecho en uno de los imprescindibles de la ciudad. Un local perfectamente diseñado para el tapeo, los vinos con los amigos y las cenas informales. A su ubicación privilegiada le suma una atractiva carta llena de excelentes vinos y sabrosas viandas.

La Cantina de Burgos, comer, beber y gozar

Situado en un lugar estratégico —al lado del Camino de Santiago y enclavado en una de las rutas de tapas más clásicas y famosas de la ciudad—, este local basa su éxito en la excelente calidad de la materia prima con la que trabaja. Y en la originalidad de sus propuestas.

Piedra y madera dan personalidad a un establecimiento amplio y luminoso, preparado para que puedan convivir en él parejas y también grupos más numerosos. Su terraza es una de las más recomendadas de Burgos, lugar de paso de peregrinos y locales, siempre concurrida, tanto a diario como el fin de semana.

Vinos

Su carta de vinos destaca por la cuidada selección de caldos de las diferentes regiones. Junto con los riberas y arlanzas de la tierra conviven sorpresas como el moscato, el chardonnay, y, sobre todo, un vino que os recomendamos especialmente: el Amorro, un delicioso tinto de Cádiz, ideal para maridar con sus ricos tigres o las sabrosas migas que con tanto mimo y esmero preparan aquí.

Marisco

A su espectacular y variada barra de pinchos, La Cantina suma un valor añadido que la diferencia: su marisquito risco y fresco todos los días. Cigalas, navajas, zamburiñas, quisquillas y berberechos de primera calidad forman la oferta de esta increíble vitrina. Pero sí en esta «joyería» de mariscos hay una estrella esa es la ostra. Atrévete a probarla con un cava o un champagne, el éxito está asegurado.

Viandas, mini viandas y dulces

Si lo quieres es tomarte un vino o una cañita bien tirada, qué mejor idea que combinarla con una tapa. Hay mucho donde elegir en su cocina de miniatura. Nosotros te recomendamos que pruebes uno de sus clásicos que a todos gusta, el cantinero (cojonudo de picadillo, huevo de codorniz y alegría); también, su delicioso huevo roto (huevo a 65º con patatas confitadas y trufa, servido en bote); y, por supuesto, su patata bárbara (patata asada con mojo rojo y verde), una locura «foodie» ejecutada con maestría.

Otra recomendación con la que acertarás seguro: la tosta de la mejor sobrasada del mundo a la plancha con miel

Dejamos la mini viandas y pasamos a palabras mayores. Tanta cosa rica nos ha abierto el apetito y necesitamos seguir dándole al diente. Es la hora de las viandas. Resulta difícil destacar un plato en concreto, nosotros nos los comeríamos todos, pero aquí te dejamos una pequeña selección de su carta: migas de pastor con bacalao, un manjar que revitaliza cuerpo y alma; fritura de calamar con ali-oli de ajo negro, una delicia que se deshace en la boca; y como broche de oro —redoble de tambores— su steak tartar de vaca con pan cristal.

Y para terminar, algo dulce; ¡cómo no vas a probar sus golosas elaboraciones! El chocobote es ya una referencia para la amantes de la repostería. Aunque no menos exquisita es su torrija caramelizada de pan brioche, toffe y helado de leche merengada.