La historia de los primeros homínidos inunda Burgos y su provincia. Desde el Museo de la Evolución Humana, hasta el CAREX, pasando por los yacimientos de Atapuerca. Motores de divulgación científica, en los que echar la mirada atrás, hasta nuestros primeros antepasados, y descubrir nuestro origen.
La Trinchera del Ferrocarril se abre en la Sierra de Atapuerca para mostrarnos la evolución del género humano desde hace más de un millón de años. Un recorrido fascinante con el que descubrir cómo vivían y cuál era la morada de los primeros europeos. Los yacimientos de Atapuerca representan un conjunto único que ha sido denominado como la piedra roseta de la evolución humana y que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Te proponemos recorrer la cuna de la prehistoria europea para ahondar más en quiénes eran y en cómo vivían nuestros antepasados en estos tres puntos clave.
Museo de la Evolución Humana: un verdadero motor de divulgación científica
Para comenzar, el Museo de la Evolución Humana, también conocido por sus siglas MEH, se ha convertido en un referente cultural y turístico a nivel internacional y en un verdadero motor de divulgación científica. Cualquier persona interesada en descubrir nuestro origen y evolución debe visitar esta innovadora instalación museística. También los investigadores deben acercarse al museo para emocionarse con los fósiles originales encontrados en los yacimientos de Atapuerca. En el MEH nos vamos a encontrar frente a frente con los restos de nuestros antepasados europeos más remotos.
Un recorrido por el Museo de la Evolución Humana
Dos rampas peatonales —perfiladas por por una zona ajardinada que replica la vegetación natural de la Sierra de Atapuerca— permiten ascender hasta la entrada del museo. Desde lo alto se divisa una inédita panorámica de las frondosas riberas del río Arlanzón y del casco antiguo de la ciudad presidido por los inconfundibles volúmenes de la catedral. Lo primero que sorprende del Museo de la Evolución Humana es su enorme y diáfano espacio interior. Icono de la arquitectura contemporánea española, el proyecto de Juan Navarro Baldeweg consigue multiplicar las escalas y hacer que el visitante se sienta inmerso en una gran caja de luz que proporciona una sensación de transparencia y apertura a la ciudad.
En la planta -1, recreando la magia de los yacimientos, se exponen los fósiles originales de los homínidos encontrados en la Sierra de Atapuerca. Desde los restos de Homo antecessor, una nueva especie con cerca de 900 000 años de antigüedad, hasta los numerosos hallazgos de preneandertales, localizados en la Sima de los Huesos y entre los que destaca el cráneo n.º 5, también conocido como “Miguelón”, o la Pelvis “Elvis”. Allí, y en las plantas siguientes, podemos hacer un extenso recorrido por la evolución humana desde una perspectiva tanto biológica como cultural y disfrutar con la exposición de más de 300 fósiles originales hallados en la Sierra de Atapuerca. Las reproducciones realistas de la Galería de los Homínidos y una réplica del Beagle, el bergantín en el que Darwin realizó su expedición a las Galápagos y que le condujo a formular la teoría de la evolución, son dos espacios de obligada visita en la planta 0 del MEH.
Yacimientos de Atapuerca
El segundo enclave son los yacimientos arqueopaleontológicos de Atapuerca, declarados Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Se trata del conjunto de yacimientos más importante de Europa, ya que recoge testimonios de la presencia y modo de vida de al menos cinco especies de homínidos que vivieron en la Sierra de Atapuerca hace cerca de 1,4 millones de año. También se muestran evidencias del uso del fuego, de colaboración y cuidado de los semejantes, canibalismo y quizá evidencias de rituales funerarios.
La visita acontece por la llamada Trinchera del Ferrocarril, un paso artificial de roca caliza abierto en la sierra a principios del siglo XX que sacó a la luz los numerosos restos arqueo-paleontológicos que se encuentran en los tres yacimientos más significativos de Atapuerca que hoy se pueden visitar: la Sima del Elefante, El Complejo Galería y la Gran Dolina. Existe, además, la posibilidad de hacer la visita ‘Atapuerca natural’, que introduce al visitante por el sendero botánico adyacente a los yacimientos y por los alrededores de la Sierra de Atapuerca, la cual posee un rico entorno natural bien conservado o la visita ‘Atapuerca espeleo’, en la que el visitante experimenta la emoción de entrar en una cueva.
Centro de Arqueología Experimental (CAREX)
El Centro de Arqueología Experimental (CAREX), situado en el pueblo de Atapuerca, es otro de los puntos imprescindibles para comprender nuestra evolución. Se trata de un centro de interpretación de la prehistoria en el que, a través de la arqueología experimental, se recrea la evolución de las mejoras tecnológicas a lo largo de la historia de la humanidad y donde conocemos de forma precisa cómo eran los procesos de elaboración y uso de herramientas, cabañas, tejidos, cerámica u obras de arte del pasado en un didáctico y divertido paseo por la vida cotidiana del Paleolítico, del Neolítico y de la Edad de los Metales.
La visita al Museo de la Evolución Humana no necesita reserva previa. En cambio, las visitas a los yacimientos y al Carex de Atapuerca, ya sea individual o en grupo, deben realizarse previamente llamando al 947421000, escribiendo a reservas@museoevoluciónhumana.com o en el mostrador de recepción del museo.
Atapuerca permanece como una isla en el océano del tiempo. Un enclave único en el mundo para conocer el largo proceso que hemos atravesado para llegar a nuestro presente. Es aquí, visitando estos tres enclaves, donde podemos intentar dar respuesta a los grandes temas que tienen que ver con nuestro pasado, presente y futuro.