Sonsoles Conde es una de las concursantes de la nueva edición de Masterchef 8. La burgalesa lleva desde la semana pasada en las pantallas de cada casa, enamorando al público y demostrando su valía en la cocina. Su actitud y forma de ver la vida es una bonita lección de superación.
La burgalesa, que se encarga de la comunicación y expansión de una app sobre campos de golf, es farmacéutica y comenzó a interesarse en la cocina recientemente, desde que viajó a Marruecos. Se presentó a Masterchef 8 por su hermana y una amiga, y con un plato muy burgalés comenzó a pasar los castings del concurso. Enamorada de la gastronomía burgalesa, le encanta visitar los bares y restaurantes de Burgos, siempre que no está de viaje, ya que es una de sus mayores pasiones.
Entrevista a Sonsoles Conde
¿De dónde viene tu afición a la cocina?
La verdad, es que cocinar de batalla, pues desde que me fui a estudiar fuera. Pero lo que es dedicarle más tiempo, más atención y cariño es reciente. Cuando he tenido más tiempo para buscar recetas y reproducirlas, sobre todo desde que conocí Marruecos. Me encantó cómo utilizan allí las especies y los condimentos.
¿Cómo surgió la idea de presentarte a MasterChef?
Bueno, lo de presentarme al programa, empezó casi como un juego, una locura más alentada por mi amiga Gure y por mi hermana. Decidí escribir un mail mientras nos tomábamos un vino, y mira, una cosa llevó a la otra. Empecé a pasar los castings y, de repente, empezó a tomar forma aquello. Ahora soy una de las 17 concursantes oficiales, es muy grande todo esto.
¿Has cocinado o vas a cocinar algún plato típico de Burgos en el concurso?
Al casting presencial de Bilbao me presenté con unas empanadillas de morcilla de Burgos, calabaza y piñones con una mermelada de vino Ribera del Duero, y ¡¡me dieron la cuchara!!
¿Qué opinas de la gastronomía de los restaurantes de Burgos?
Yo siempre promociono Burgos por su alto nivel gastronómico, por la calidad de sus bares, y por lo maravilloso que es salir de tapeo y el ambientazo que hay. A mí, me encanta y de hecho Burgos y su gastronomía no deja indiferente a ningún turista.
¿Qué es lo que más echas de menos gastronómicamente hablando cuando pasas tiempo fuera de Burgos?
Está claro que te voy a decir que la morcilla de Burgos, creo que la como más cuando estoy fuera que aquí, siempre recuerdo que mi madre nos enviaba morcillas a mi y mis hermanos cuando hemos estado estudiando o viviendo fuera, por esta cosa que tienen las madres, de alimentar a sus hijos. Pero también me encanta el lechazo al horno de leña, y yo soy muy fan de las croquetas, aunque no tengan denominación de origen.
¿Qué plato no se puede perder un turista en Burgos?
Pues hay muchos y muy variados, pero sin que se ofenda nadie, yo cuando vienen amigos de fuera siempre los llevo a probar un cojonudo, las bravas de un bar muy conocido y a comer lechazo al horno de leña. Eso cómo mínimo.
Además de Tailandia, que otros países tienes en tus destinos preferentes?
Pues Tailandia está en la lista pendiente, para cuando se acabe toda esta historia del coronavirus. Y también me gustaría conocer países de África como Kenia, Tanzania y Madagascar. Y te voy a contar un secreto, me encantaría poder hacer uno de estos viajes con Jesús Calleja, porque me mola mucho su rollo, me identifico 100% con su forma de viajar y de disfrutar.
¿Tienes alguna anécdota relacionada con la comida en tus viajes?
Cuando estuve recorriendo México, me encantó la comida, pero sobre todo, me entusiasmó el concepto de los mercados allí, en los mismos puestos dónde venden los productos, puedes elegirlos para que te los cocinen y te sientas a comer en unas mesas corridas con la gente. A mí ese concepto de viajar, conocer la gastronomía autóctona y conocer gente, me encanta.
De la cocina internacional ¿cuál es tu preferida?
A ver, me quedan muchísimas por conocer, pero creo que me quedo con la de México e Italia, por supuesto, es un placer un buen plato de pasta. Y cuando estuve en China, no tuve mucha suerte de probar comida autóctona de verdad, ya que mi acompañante de viaje era un poco escrupulosilla. En Corea, probé el kimchi y alguna cosilla más que, cómo que no. La de Marruecos, Egipto y Túnez sí me gusta bastante, porque utilizan un montón de especias y verduras, que me encantan. Cuando estuve por Argentina, me fliparon los asados y, sobre todo, el ritual que hay entorno a ellos, como un buen asado reúne a los amigos y a la familia y luego lo riegan con bien de Fernet, que a mi, como que no me terminó de convencer, ahora los dulces de hojaldre y dulce de leche son maravillosos. Ah y de Rusia tampoco me gustó demasiado, para mí era todo demasiado calórico y graso, cómo en EEUU.
Nos has dejando claro, que eres una mujer de armas tomar y con gran versatilidad profesional. ¿Te ves o te gustaría dedicarte a la concina de forma profesional?
De forma profesional son palabras mayores, hay que estudiar y practicar mucho, aunque quién sabe, yo nunca digo que no a nada de primeras.
Sonsoles es un ejemplo de superación
Natural de Burgos, Sonsoles sufrió un accidente de coche a los 24 años y desde entonces está en silla de ruedas. Esto no le ha impedido viajar, una de su mayores aficiones, o ni siquiera dejar de esquiar. «Los límites se los pone cada uno» decía en el primer programa, y también confesaba que. «con una actitud positiva todo es mucho más fácil«.
En los dos programas hasta ahora emitidos de Masterchef 8 hemos visto cómo trabaja duro y consigue ser una de las concursantes más valoradas. Casi sin fallos, no se ha jugado la permanencia en el concurso ni un solo momento y su esfuerzo es alabado por jurado y compañeros.