Muñeca rota
Las dudas que genera esta adaptación del End of the Rainbow de Peter Quilter empiezan por el hecho de que ya se ha explorado tanto, y con resultados realmente interesantes, la figura de la actriz y cantante Judy Garland, que no queda muy claro en ningún momento qué pretende aportar
Judy. Este relato sobre el crepúsculo de la estrella palidece frente a trabajos recientes como
Stan & Ollie (2018), mucho más estimulantes tanto en sus aspectos creativos como en la facilidad para tender un puente entre el pasado ilustrado e inquietudes de nuestro tiempo. En
Judy, Rupert Goold pretende brindar una lectura feminista al personaje a partir de las consecuencias que tiene en su madurez la manipulación a la que es sometida por los mandamases de Hollywood. Pero las acciones del personaje, o bien insisten sin demasiadas novedades en cierto imaginario manido de la «muñeca rota». Eso cuando Judy no da vueltas incomprensibles sobre sí misma, sin dejarnos claro adónde pretende llegar. Lástima de los esfuerzos de
Renée Zellweger en darle empaque a su personaje —con resultados desiguales—, así como de un prólogo prometedor, aun teniendo en cuenta la falta de musculatura formal que exhibe Goold en el mismo.
Las dudas que genera esta adaptación del <i>End of theRainbow</i> de <b>Peter Quilter</b> empiezan por elhecho de que ya se ha explorado tanto, y con resultadosrealmente interesantes, la figura de la actriz y cantante<b>Judy Garland</b>, que no queda muy claro en ningúnmomento qué pretende aportar <b>Judy</b>. Este relatosobre el crepúsculo de la estrella palidece frente a trabajosrecientes como <i>Stan & Ollie</i> (2018), mucho másestimulantes tanto en sus aspectos creativos como en lafacilidad para tender un puente entre el pasado ilustrado einquietudes de nuestro tiempo. En <b>Judy</b>,<b>Rupert Goold</b> pretende brindar una lecturafeminista al personaje a partir de las consecuencias quetiene en su madurez la manipulación a la que es sometidapor los mandamases de Hollywood. Pero las acciones delpersonaje, o bien insisten sin demasiadas novedades encierto imaginario manido de la «muñeca rota». Eso cuando<b>Judy</b> no da vueltas incomprensibles sobre símisma, sin dejarnos claro adónde pretende llegar. Lástimade los esfuerzos de <b>Renée Zellweger</b> en darleempaque a su personaje —con resultados desiguales—, asícomo de un prólogo prometedor, aun teniendo en cuenta lafalta de musculatura formal que exhibe Goold en elmismo.
Lo mejor:
En ocasiones, Renée Zellweger es capaz de imprimir un patetismo conmovedor a su personaje
Lo peor:
La absoluta falta de mano de Peter Goold tras las cámaras