Risco Caído es un sitio arqueológico en Gran Canaria, uno de los primeros sitios astronómicos y religiosos designados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
La ciencia y la espiritualidad se integran con las formaciones volcánicas de la Caldera de Tejeda en una parte del territorio donde encontramos Risco Caído. Allí se descubrieron los asentamientos y áreas de culto de los residentes prehispánicos de las Islas Canarias, los Guanches.
Risco Caído y sus moradores
Aquí, puedes descubrir el estilo de vida de las personas que estuvieron aisladas de otras culturas durante 2000 años.
Durante este período, los habitantes de ascendencia norteafricana que vivían en la isla supieron utilizar la toba volcánica para construir grandes casas en las rocas, cobertizos para almacenar semillas y frutas, bancos y vallas para mascotas.
Risco Caído y la antigua astronomía
Una parte importante de sus vidas es la profunda espiritualidad basada en el conocimiento astronómico.
Estas formaciones montañosas están cerca de las estrellas, conectan los cielos y la tierra, y son sagradas para ellos, y lugares de adoración.
El Risco Caído de cinco metros fue creado en la roca con un techo abovedado para que los rayos de las estrellas, la luna y el sol puedan penetrarlo.
El movimiento de la luz se convirtió en el calendario anual de los antiguos residentes, según el cual los días del solsticio de invierno y los cambios de estaciones se pueden determinar de inmediato.
Lo más sorprendente de este templo es su reverencia por la luna y la luz del sol, colocando tallas triangulares sagradas en su trayectoria a lo largo de las paredes.
Risco Caído y su museo
Para aquellos que quieran conocer más sobre la historia y los secretos de este lugar, se ha abierto el centro de interpretación de Gran Canaria en Artenara.
La reconstrucción de Risco Caído estará abierta al público, mientras que se prevé que el edificio original en sí permanezca cerrado para proteger el antiguo edificio.
Sobre Artenara
Artenara ostenta el honor de ser el pueblo más elevado de la isla de Gran Canaria. Rodeado de escarpadas montañas, que el célebre escritor español Miguel de Unamuno describió como una tormenta de piedras, este pueblo es un verdadero mirador natural de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria.
En Artenara también se pueden admirar los dos verdaderos símbolos de la isla: El Roque Nublo y El Roque Bentayga, que son los centros espirituales de los primeros habitantes de Gran Canaria.
Este tranquilo pueblo en la cima de la isla ofrece un descanso del ajetreo y el bullicio de las ciudades costeras.
Parque Nacional Pinar de Tamadaba
Artenara es un lugar donde conocer de cerca la exuberante naturaleza del Parque Nacional Pinar de Tamadaba.
Los turistas tienen la oportunidad de ver cómo vivían, no hace mucho, en las casas cueva típicas de esta zona, reconvertidas en hoteles rurales.
También puede viajar al pasado preeuropeo visitando el complejo arqueológico de Acusa donde verás casas pequeñas, modestas y bastante funcionales.
De la piedra roja extraída en Tamadaba se construyeron las torres de la Iglesia de San Matías, de obligada visita.