El Café de las Artes Teatro sigue trabajando.
Esta semana el Café de las Artes comienza una nueva etapa, como tantas y tantas personas de nuestra ciudad que vuelven poco a poco a sus trabajos, proyectos, empresas…
Con este nuevo camino que se inicia este lunes 11 de mayo, a pesar de no tener por el momento programación que compartir con la ciudad, se proponen contaros cómo están abordando esta nueva transición y cuáles son los pasos y pequeños frutos que han conseguido nacer desde el CdAT incluso en estos tiempos tan complejos. El Café de las Artes sigue trabajando.
No sabemos a ciencia cierta cuándo nuestras gradas volverán a estar llenas de público ni cuándo recobraremos la energía y el bullicio de la escuela de Circo, pero sí sabemos, que hasta que ese momento llegue, no estaremos quietos, sino caminando y buscando nuevas formas de seguir creando este espacio de intercambio y creación abierto a la ciudad.
Aunque no podamos todavía abrir físicamente nuestras puertas al público, nuestro trabajo sigue centrado en nuestros espectadores. Es tiempo de interrogar cuál es la función de los espacios culturales, qué nuevas formas quedan por descubrir para generar vínculos sociales manteniendo las distancias físicas que permitan cuidar de la salud de todas. Y esos nuevos interrogantes, deben ser compartidos con los artistas y espectadores que habitan el espacio del Café de las Artes.
El Club de los visionarios
El club de los visionarios es un grupo de habitantes, espectadores del CdAT, que participan de manera voluntaria en diferentes actividades y toma de decisiones del día a día del Café de las Artes. Este grupo heterogéneo enriquece el trabajo que realizan Alicia Trueba y Cristian Londoño junto al resto de profesionales del teatro.
Durante estas ocho semanas, Cristian y Alicia han continuado con los encuentros de los Visionarios de forma virtual y han avanzado en la elaboración de la programación de parte de la temporada del próximo otoño. A pesar del cierre obligado, el CdAT ha podido permanecer cerca de sus espectadores y más que nunca este espacio compartido de co – construcción del proyecto de la sala ha cobrado sentido; incluso sin “espectáculos”, el rol de los espectadores es activo y crucial en el CdAT.
Los visionarios son ciudadanos de «a pie», en algunos casos adictos al teatro y las artes vivas, casi todos, asiduos a la mayoría de espacios culturales, teatros, cines y salas de conciertos de nuestra región. Sin ellos, los espacios culturales de Cantabria no podrán reinventarse, así que sigamos escuchando lo que quieren compartir, expresar e imaginar.