El viernes 25 de noviembre, Pink Tones llega a Escenario Santander dentro de su gira ‘On the wing tour’. Unos días antes, nos ponemos en contacto con ellos para saber un poco más de Pink Tones.
– Tributo, homenaje, versiones,… ¿Con qué os sentís más identificados?
En general huimos del término «tributo», nos identificamos más con la interpretación de la obra de Pink Floyd, igual que una filarmónica interpreta las obras de los grandes del clásico y nadie lo tilda como un tributo o un homenaje, sino como una representación. Pink Floyd marcó un hito en la historia del Rock, creó una obra y por desgracia ya no es posible asistir a un concierto de la banda, bien porque fallecieron 2 de sus componentes (Syd Barret y Richard Wright) o bien por los desencuentros Gilmour – Waters. Nuestra premisa fundamental es hacer llegar al público su obra desde el más absoluto respeto y fidelidad, lejos de la caracterización física, y dando el toque personal que cada músico, como persona, refleja y siente al tocar, en definitiva la pasión con la que se ejecuta.
– ¿En qué época de Pink Floyd os recreáis más?
El show no es algo fijo e inmóvil, por ello no hay una época concreta, es tan extensa la discografía que hay repertorio suficiente como para que sólo se abarque una determinada parte. Es cierto que siempre hay elementos comunes en todas las giras, temas emblemáticos de los discos ‘Dark side of the moon’, ‘Wish you were here’, ‘The Wall’, pero también incluimos en el repertorio temas de discos anteriores ‘Meddle’, ‘Animals’ y otros de los 80 en su etapa final. Siempre intentamos hacer un show equilibrado en cuanto a repertorio, donde el asistente pueda escuchar un abanico de gran parte de la obra.
– Vuestros directos son un auténtico espectáculo ¿cuánta gente y cuánto tiempo está detrás de tanto trabajo, creación…?
Así es, hay mucho trabajo detrás de todo esto, muchas horas de estudio analizando sonidos, desmenuzando cada canción, investigando y probando para que el resultado final sea lo suficientemente bueno y el espectador pueda sumergirse en esa atmósfera ‘floydiana’ que se crea en cada concierto. En la formación habitual hay 8 músicos en escena, instrumentos como el Theremin, coros, técnicos de sonido, iluminación, video….
– Tras más de una década sobre los escenarios, ¿cuál es el secreto para seguir sorprendiendo a vuestros fans?
El secreto no es más que hacer un trabajo bien hecho, conseguir conectar con el público, en ese momento todo ese esfuerzo tiene su recompensa, cuando recibimos todos los comentarios de vuelta de la gente como ‘cerré los ojos y recordé cuando vi a Pink Floyd en el año….’, ‘gracias por haber hecho posible esto’, ‘hoy fui con mi hijo de 14 años para enseñarle este tipo de música y sólo puedo daros las gracias’ , gente con lágrimas en los ojos cuando acabamos y dando las gracias…., ese realmente es el premio que cualquier artista ansía porque es la mayor de las recompensas.
A nivel escénico siempre estamos avanzando, llevamos nuestras propias proyecciones, laser, un implacable ‘teacher’ de más de 4 metros de altura, una pantalla circular muy identificativa de los conciertos de Pink Floyd.
Este año, respondiendo a los proyectos en mente, se nos ocurrió la idea de hacer y grabar un concierto en el anfiteatro romano de Segóbriga, fue toda una experiencia, un duro trabajo, pero el resultado creemos que mereció la pena, os dejo el link más abajo, y ya estamos pensando en la siguiente, pero para no romper la magia no desvelaremos más….