En el pasado, parecía que Internet había creado una cultura que permitía a los ciudadanos de a pie sentirse ultrarricos, incluso por un par de días. Esto hace que mucha gente se pregunte: ¿Cómo viajan los ultrarricos a sus destinos de lujo? ¿Siguen utilizando clásicos como el avión privado, o han cambiado las cosas?
Una experiencia a medida
Los ricos no se conforman con coger un ejemplar de Lonely Planet y tratar de armar un itinerario. Quieren una experiencia personalizada, diseñada por alguien con un gusto impecable y conocimientos profundos.
Muchas personas adineradas pueden gastar cientos de miles de euros para que un guía de lujo les planifique las vacaciones perfectas, desde un restaurante con estrellas Michelin hasta viajes culturales privados únicos.
Todo ello sin que tengan que mover un dedo. Es probable que los ricos hagan esto, ya que reconocen que el tiempo que se requiere para planificar este viaje es el tiempo en el que podrían estar relajándose.
Clubes de viaje
En contra de la opinión común, los ricos no viajan solos. Aunque pueden venir en jet privado, las vacaciones sociales y en grupo son la tendencia más popular entre los viajeros ultra ricos. Esto no implica, por supuesto, organizar un viaje en grupo para menores de 30 años con un paquete vacacional.
Muchos se unirán a clubes privados de miembros exclusivos para grandes apostadores y para aquellos que les gusta ir a lugares como Miami Beach, Laponia y las Bahamas en compañía de otros trotamundos adinerados. Incluso las vacaciones pueden ser una oportunidad para el networking. Después de llegar a la cima de estos lugares, los ricos reconocen que la única manera de aprender más es hablando con gente como ellos que también puede permitirse estos viajes de lujo.
Vacaciones de larga duración
En contra de la creencia popular, aparte del dinero, el tiempo es un lujo que el 1% disfruta en exceso. Los ricos aprecian el enriquecimiento cultural y entienden que unas vacaciones de cinco días en Budapest no se lo proporcionarán. Suelen planear vacaciones en un país que duran entre uno y seis meses, lo que les permite sumergirse en la cultura y sentirse realmente como un local.
Hay un montón de organizaciones que se dedican a ello. La más conocida es Beauchamp, que se especializa en colocar a trotamundos adinerados en alojamientos lujosos de larga duración. La mayoría de las personas con capacidad para estos paquetes ultra caros suelen tener negocios o una amplia cartera de inversiones. Cualquier trabajo adicional que necesiten puede realizarse generalmente en línea.
Adaptación hedónica
Viajar se está convirtiendo en un arte, además de una ciencia. Las agencias de viajes modernas que se precien están empezando a utilizar principios científicos como la adaptación hedónica. La adaptación hedónica o las rutinas hedónicas explican por qué incluso las experiencias más estimulantes pierden su novedad. Después de un gran acontecimiento, el cuerpo se ajusta lentamente a esta línea de base. Para evitar el aburrimiento, las agencias de viajes tienen que mejorar continuamente la experiencia, o cambiar las cosas drásticamente, para que todo el viaje siga siendo un wow.
Las grandes ciudades
Cuando se piensa en lugares de lujo se suele pensar en París, Nueva York, Milán o Venecia. En cambio, los adinerados no suelen considerar estos importantes lugares turísticos como lugares de vacaciones, ya que prefieren estar alejados de la congestión. Los ricos quieren vivir fuera de la ruta principal, en regiones de las que pocos visitantes han oído hablar, y mucho menos han visitado.
En caso de que te lo preguntes, los lugares más populares actualmente para los ultra ricos son Isfahan en Irán, Lima en Perú, Tbilisi en Georgia y Seydisfjördur en Islandia.
Viajan según sus reglas
Viajar según las reglas de cada uno no es un lujo que suele ser posible cuando se utilizan aerolíneas «públicas». Si los ricos quieren llevar a sus mascotas de vacaciones o quieren más de dos maletas, eso es lo que consiguen.
Este nivel de control solo se consigue usando servicios chárter privados. Se saltan los atascos y las aglomeraciones, las esperas inútiles y las restricciones. Los ultrarricos adaptan los viajes a su agenda, y no al revés. Aunque no todos los ultra-ricos ven el propósito de poseer su jet, casi todos los que encajan en la categoría de ultra-ricos conocen el valor de convertir lo negativo de viajar en positivo volando en privado.
Único
Los más acaudalados esperan un servicio de primera clase. Ya han superado la etapa de las plantillas y el servicio estereotipado. Como están pagando tarifas superiores, quieren un servicio único. Si los ricos pueden descubrir pasiones que nunca supieron que disfrutarían mientras viajan, eso es el éxito de la misión. Además, muchas de estas personas podrían vivir en cualquier lugar del mundo, con todo lo que quieran en sus proximidades. Su rutina de adaptación hedónica ya se encuentra en un punto álgido. Todo lo que no sea la excelencia es una decepción.
Aunque no todo el mundo puede permitirse viajar precisamente como los ultrarricos, una gran parte de Internet se dedica a permitir que los ciudadanos normales prueben lo que es formar parte del 1% superior. Muchas de las características más destacadas son conseguir el servicio que usted sabe que quiere.
