Desde la época de Al-Ándalus, La Rambla, municipio de la Campiña Sur cordobesa, ha sido el centro de una tradición de cerámica que no solo perdura, sino que ha sabido adaptarse y prosperar a lo largo de los siglos, ganándose el reconocimiento tanto en España como en el extranjero.
El barro único de La Rambla ha sido fundamental en el desarrollo de una artesanía que combina utilidad y estética. En sus comienzos, los alfareros fabricaban principalmente jarras y cántaros, destacándose el emblemático botijo rambleño. Este objeto es un reflejo de las cualidades de la arcilla local, que es porosa, blanca y capaz de mantener el agua fresca, lo que lo convierte en un elemento esencial durante los calurosos veranos andaluces.
Una ruta por la historia de la cerámica en La Rambla
A lo largo de los años, aunque las piezas tradicionales siguen realizándose, la cerámica de La Rambla ha experimentado una transformación hacia el ámbito artístico. Hoy en día, se producen objetos como accesorios para el jardín, utensilios de cocina, azulejos decorativos y diseños modernos, los cuales se inspiran en detalles de la arquitectura califal y el arte marroquí. Cada pieza es una creación única, moldeada con esmero y pintada a mano, que refleja tanto el pasado como el presente de La Rambla.
La cerámica de La Rambla ha cruzado fronteras y se exporta a nivel mundial. Con más de cien fábricas activas, la industria alfarera local continúa prosperando y atrae a turistas de todos los rincones del mundo, quienes visitan la ciudad para admirar las obras de los artesanos y llevar consigo un pedazo de esta tradición ancestral.
Para conocer a fondo este legado, es recomendable visitar el Museo de Cerámica de La Rambla, ubicado junto al histórico Torreón del Castillo. Este museo ofrece una visión detallada sobre la evolución de la cerámica local, con exposiciones que abarcan tanto piezas históricas como el trabajo artesanal relacionado con el barro.
Desde hace más de 90 años, La Rambla organiza la “Exposición de Alfarería y Cerámica de La Rambla”, también conocida como la feria internacional Enbarro. Este evento, que se celebra en dos momentos clave —el Concurso de Alfarería y Cerámica en agosto y la venta de cerámica en octubre—, es un punto de encuentro para artesanos, artistas y aficionados, quienes aprovechan la ocasión para compartir experiencias, descubrir nuevas técnicas y rendir homenaje a una tradición que sigue viva y evolucionando.