La llegada del frío es la ocasión idónea para descubrir el Principado.
Cada año más personas se animan a disfrutar de un viaje a la nieve; ya sean esquiadores expertos o sea su primera experiencia sobre los esquís. Las estaciones de la Península Ibérica ofrecen muy buenas instalaciones y opciones de alojamiento y ocio para todo tipo de viajeros: parejas, grupos de amigos, familias, etc. Pero sin duda el Principado de Andorra es uno de los destinos más deseados por la extensión de sus pistas, la calidad de su nieve y el amplio abanico de propuestas para disfrutar de la montaña.
Poder disfrutar de la nieve ha dejado de ser una experiencia reservada únicamente para quienes tienen una economía más desahogada. En el caso del Principado, existen ofertas de esquí en Grandvalira adaptadas a los diferentes presupuestos, para poder organizar una escapada a la nieve sin que se resienta el bolsillo. Desde opciones para esquiar entre semana a paquetes para aprovechar los días festivos en la nieve e incluso para reservar con antelación una escapada para Semana Santa.
Grandvalira es el edén de los amantes de la nieve. Se trata de la estación de esquí más grande del Sur de Europa. Dispone de más de 210 kilómetros esquiables, con 64 remontes y telecabinas que alcanzan una altura de 2.640 metros. La estación de Grandvalira se divide en 6 sectores diferentes y cuenta con 139 pistas de esquí divididas en 24 verdes, 54 azules, 42 rojas y 19 negras, solo aptas para los esquiadores más avezados.
Además, Grandvalira también propone cada temporada un amplio abanico de experiencias para sacarle el máximo partido a la montaña invernal: excursiones con raquetas, motos de nieve o mushing, paseos en trineo arrastrados por perros. Para quienes viajan en familia, la estación cuenta con cuatro guarderías con cuidadores profesionales que atienden a niños desde 24 meses hasta 5 años para que los padres puedan disfrutar de la nieve con total tranquilidad. En cambio el Kids Forest hace las delicias de los que son algo más grandes; ambientado con animales autóctonos Andorra como la marmota, el rebeco o el urogallo.
Quienes quieran mejorar su nivel tienen a su disposición monitores expertos capaces de impartir clases en varios idiomas. Desde el nivel de iniciación hasta el nivel experto, en las diferentes modalidades de esquí y otras disciplinas de montaña como el snowboard. Se puede elegir entre clases en grupo o personalizadas para lograr sus objetivos más rápidamente.
Qué más se puede hacer en Andorra
El Principado no es solo un edén para los amantes del esquí y del snowboard. Hay muchos otros motivos que convierten a Andorra en el destino perfecto para una escapada invernal:
Una vista imprescindible es el balneario de Caldea, en Escaldes-Engordany, uno de los centros de spa más grandes de Europa. Dividido en diferentes zonas, desde Inúu, solo para adultos, a Likids especialmente pensado para los pequeños de la casa.
Andorra cuenta con un importante patrimonio arquitectónico y cultural, que merece la pena visitar. Hasta 44 iglesias románicas entre las que destacan San Climent, San Martí de la Cortinada o San Miguel d’Engolasters, construidas entre entre finales del siglo VIII y el XIII con piedra de pizarra.
Y por último, el Principado también es un paraíso para los amantes del shopping. Andorra cuenta con boutiques de las principales firmas de lujo nacionales e internacionales, además de diversos centros comerciales. Su baja fiscalidad permite que los precios sean ligeramente más bajos que en España.