Con todo el mundo hablando de su próximo proyecto, una nueva entrega de ‘Alien’, se estrena en nuestro país su último proyecto. ‘Chappie’, el robot de Neill Blomkamp, llega a los cines españoles dispuesto a reinar en la taquilla durante las próximas semanas. Además, os clásicos del Hollywood de las últimas décadas. Nicolas Cage y Bruce Willis, se dejan ver en España con sus últimos proyectos: ‘Desterrado’ y ‘Doble o nada’, respectivamente.
Estrenos del fin de semana en los cines españoles
Chappie
Todos los niños que llegan al mundo lo hacen llenos de promesas y Chappie más que ningún otro: es talentoso, especial, un prodigio. Como cualquier niño, Chappie llegará bajo la influencia de su entorno – con cosas buenas y con cosas malas – y dependerá de su corazón y su alma para encontrar su camino y convertirse en un hombre independiente.
Pero hay algo que hace a Chappie diferente del resto: es un robot. El primer robot con la habilidad de pensar y sentir por sí mismo. Esta es una idea peligrosa – y es también un desafío que enfrentará a Chappie a poderosas y destructivas fuerzas que intentarán asegurarse de que él sea el último de su especie.
Doble o nada
La película cuenta cómo Raymer, quién llegó a Las Vegas con la esperanza de trabajar en algún gran casino, acabó aliándose con un grupo de hombre mayores fanáticos de las matemáticas con el objetivo de «estafar» y ganar el máximo dinero posible en los SportBooks de Las Vegas a través de las apuestas deportivas.
Desterrado
La historia nos traslada a la Edad Media dónde dos caballeros cristianos compañeros de armas, destrozados por la crueldad de Las Cruzadas, separan sus destinos.
El primero, Nicolás Cage se convierte en el líder de una banda de bandidos en la Ruta de la Seda . El segundo, Hayden Christensen se gana la vida como mercenario en tierras del lejano oriente. La protección de los hijos del emperador: la princesa Lian (Liu Yifei) y su hermano pequeño el príncipe heredero Zhao, les unirá de nuevo en la misión casi suicida para escoltarles en un largo viaje por el continente y devolver al príncipe su legítimo lugar en el trono. Perseguidos en todo momento por la Guardia Negra, liderada por su hermano Shing, causante de toda la muerte y el miedo que reina en la población, y asesino de su propio padre el emperador por no ser proclamado su heredero. Ambos caballeros encontrarán en este viaje un motivo para luchar y apelarán de nuevo al código del honor que un día les llevó a combatir en Las Cruzadas.
Enamorarse
Edith (Vera Farmiga) y George (Andy García) son dos padres que se conocen y se enamoran durante las pruebas de admisión a la universidad de Middleton de sus respectivos hijos de 18 años. Ambos tienen caracteres muy diferentes: él es un estirado y próspero cirujano.
La conspiración de noviembre
Peter Devereaux (Pierce Brosnan) es un agente de la CIAextremadamente peligroso y altamente entrenado, que es persuadido para salir de su tranquilo retiro para realizar una misión muy personal.
Debe proteger a una testigo muy valiosa, Alice Fournier (Olga Kurylenko), que podría revelar la verdad detrás de un antiguo caso de conspiración. Pronto descubre que esta misión le convierte en el objetivo de su antiguo amigo y protegido en la CIA, David Mason (Luke Bracey). Con crecientes sospechas de la presencia de un infiltrado en la agencia, no hay nadie en quien Devereaux pueda confiar, nadie en absoluto.
Puro vicio
Se llama Sportello, Doc Sportello, y es un detective privado un tanto peculiar en el colorista Los Ángeles de finales de los años sesenta. Hacía ya tiempo que Doc no veía a su ex, Shasta, seductora femme fatale, cuando ésta recurre a sus servicios porque ha desaparecido su nuevo amante, un magnate inmobiliario que había visto la luz del buen karma, un tanto distorsionada por el ácido, y quería devolver a la sociedad todo lo que había expoliado.
Sportello se ve enredado entonces en una intriga en la que los escrúpulos chispean por su ausencia y cuya trama es casi la de una novela negra clásica.
Negociador
Manu Aranguren es un político vasco que ejerce de interlocutor del gobierno español en las negociaciones con ETA. Lejos de ser un acto solemne y calculado, pronto se verá que las casualidades, los errores o los malentendidos marcarán el diálogo entre ambas partes. Y que la relación personal entre negociadores será clave para la resolución del conflicto.