Desde su estreno el pasado 6 de mayo y tras haber emitido cuatro de sus cinco episodios, la miniserie ‘Chernobyl’ se ha convertido en un auténtico fenómeno televisivo que está cosechando merecidos elogios tanto por parte de la crítica profesional como de un público que ha caído rendido a sus pies. Pero la gran sorpresa de la coproducción de HBO y Sky UK se encuentra en la filmografía previa de su creador y guionista, Craig Mazin. Una trayectoria a priori, inverosímil, que ha dado un giro de 180 grados.
‘Chernobyl’: uno de los dramas televisivos del año
Craig Mazin debutó como guionista en 1997 con ‘El astronauta’, una comedia familiar de la factoría Disney a la que sucedería ‘Experimento chiflado’, otra comedia, esta vez con un tono menos infantil. En el año 2000 Mazin dio el salto a la dirección con la comedia para adultos ‘The Specials’, para posteriormente, ponerse manos a la obra con los libretos de la tercera y cuarta entregas de ‘Scary Movie’, de lejos, las mejores secuelas de la franquicia. Más tarde, y sin abandonar su registro cómico, escribiría las dos hilarantes continuaciones de ‘Resacón en Las Vegas’. En 2015, Mazin hizo el primer y único pitch de ‘Chernobyl’ en HBO, donde tan sólo necesitaron meditarlo durante un día para darle un rotundo ‘sí’ y comenzar a trabajar en la escritura y la preproducción.
La palabra en la que radica la gran clave para entender la mente del creativo de éxito es la obsesión. Un elemento esencial, en combinación con la curiosidad, para dar forma a un hito como ‘Chernobyl’. Una pieza redonda que, al igual que la filmografía de Craig Mazin no obedece a lógica alguna, sino a una pulsión visceral que nos ha dejado una de las mejores ficciones televisivas de la década, y muy probablemente, del siglo. ‘Tan sólo estaba leyendo casualmente sobre ello, hace unos cinco años, y se me pasó por la cabeza que, cuando supe que Chernobyl había explotado, no sabía por qué, y pensé que había un vacío inexplicable en mi conocimiento. Así que empecé a leer sobre ello. Me conmovió. Fue como si hubiese descubierto una guerra que la gente no había representado, y me obsesioné’, declaraba Mazin.