El curso escolar comienza hoy para ocho millones de niños. Las aulas de todo el país irán abriendo progresivamente sus puertas hasta el próximo 15 de septiembre y, con ello, tanto padres como alumnos afrontarán una vuelta al cole atípica. Por ello, hemos preparado una serie de consejos para no comenzar con miedo el mes de septiembre.
Consejos para una vuelta al cole atípica
Este septiembre la vuelta al cole es especial. Padres y niños se enfrentan a un nuevo reto sumado al inicio de este curso escolar, que llega con la incertidumbre de la nueva normalidad. Los primeros escolares han vuelto hoy a las aulas y sus compañeros seguirán los mismos pasos de manera escalonada hasta el 15 de septiembre.
Las mascarillas y los geles hidroalcohólicos se han sumado a la lista del material escolar y la revolución de los libros de texto ha quedado relegada a un segundo plano. La incertidumbre reina pero, por ello, es importante hacer ver a los más pequeños la importancia de volver a la normalidad. Un nuevo comienzo seguro es posible y llega de la mano de mayores y pequeños. Para volver con más ganas que nunca, recopilamos una serie de consejos para hacer de esta vuelta al cole atípica un regreso seguro y animado.
Normalizar los nuevos elementos sanitarios
Los estuches y los lápices de colores afilados ya no son los protagonistas en este nuevo curso. En las mochilas destacan nuevos objetos, como las mascarillas o los geles desinfectantes. Es importante que los más pequeños no vean esto como una novedad que intercambiar con los amigos o como elementos negativos. Al contrario, se debe normalizar su uso personal y que los niños y niñas entiendan que es algo necesario y ordinario, un elemento más que les ayudará en su día a día.
Cómo manipular y guardar las mascarillas
Desde el inicio de la crisis sanitaria hemos aprendido que no solo es importante usar la mascarilla, sino que hay que tener especial cuidado en cómo lo hacemos. Este es un elemento fundamental que hay que trasladar a nuestros hijos. No sirve solo con ponérsela, sino que se debe poner y quitar con cuidado de no tocar la parte interior, guardar siempre en un sitio específico y desinfectarla según el tipo de mascarilla que sea. Además, cada vez que se manipule es fundamental un lavado de manos. Para que los más pequeños no caigan en la tentación de dejar sus mascarillas en cualquier sitio, es importante darles unas pautas de guardado. Desde un sobre de papel a una cajita porta mascarillas, el mercado está lleno de estos utensilios que ya son un divertido complemento para mayores y pequeños.
Idear nuevas formas divertidas de saludarse
Los abrazos y reencuentros entre compañeros eran una imagen clásica en la vuelta al cole. Este año los hábitos han cambiado y las relaciones afectivas deben llevar el mismo cariño, aunque sea a través del choque de codos. El volver a ver a sus compañeros puede convertirse en una aventura diferente, llevando los saludos más allá con nuevas maneras divertidas que no pongan en riesgo su salud. Podéis practicarlo en casa… ¡Seguro que les entran ganas de volver a las aulas!
No sobreinformar
El tema de conversación en las comidas y las cenas se ha vuelto monótono. Entre adultos, el coronavirus es el protagonista, y los niños aprenden de todo lo que oyen. Por eso, es necesario desconectar en su presencia, hablar de temas más distendidos, animados y que difieran del miedo y el negativismo a la hora de volver a las aulas.
Crear rutinas y mantener hábitos
Esta vuelta al cole es una de las más especiales para los niños. Las aulas han estado vacías desde marzo y los horarios y las rutinas se han mezclado con el tiempo de ocio de los pequeños de la casa. Por ello, es el momento de volver a delimitar horarios y crear nuevas rutinas: de estudio, de higiene… Y, como no, de juego y de descanso. Los niños necesitan el apoyo paterno y materno, y aprender a distinguir entre los tiempos de trabajo y los de ocio. La diversión es una de las claves más fundamentales para esta vuelta a la rutina atípica que da comienzo a un nuevo curso en el que la nueva normalidad es la protagonista, pero no podemos olvidar al elemento más importante: los propios niños.