Mallorca, la mayor de las Islas Baleares, es un destino mediterráneo que combina paisajes impresionantes, una rica historia y encantadores pueblos costeros. Con una mezcla de playas doradas, montañas majestuosas y una oferta cultural vibrante, esta isla tiene algo para todos. Mallorca cuenta con un aeropuerto internacional en Palma, que ofrece vuelos directos desde muchas ciudades europeas. También es posible llegar a la isla en ferry desde la península, con salidas regulares desde Barcelona, Valencia y otros puertos importantes. Una vez en la isla, hay varias opciones para desplazarse. Una opción estupenda y económica para descubrir la isla es hacerlo mediante un tour privado, como los de Mallorca Premium Tours, que permiten explorar la isla a tu propio ritmo y con guías locales expertos. Veamos a continuación qué lugares no puedes perderte durante tus días en la bonita Mallorca.
Palma
Palma, la capital de Mallorca, es una ciudad que mezcla modernidad con historia. Uno de sus atractivos es su catedral, conocida como La Seu de Mallorca. No puedes perderte su interior, donde las obras de Antoni Gaudí y Miquel Barceló realzan aún más su belleza. Otro lugar interesante es el Palacio Real de la Almudaina, una antigua fortaleza musulmana que luego fue reconvertida en residencia real. Justo al lado, puedes disfrutar de un paseo por el Parque del Mar, ideal para relajarse junto al mar.
Valldemossa
Ubicado en las montañas de la sierra de Tramuntana, la Cartuja de Valldemossa es el principal atractivo del lugar, famosa por haber alojado al compositor Frédéric Chopin y a la escritora George Sand durante su estancia en la isla. Puedes recorrer el monasterio y aprender más sobre su historia, así como explorar los jardines y disfrutar de las vistas panorámicas.
Sóller
Una de las mejores formas de llegar es tomando el Tren de Sóller, un antiguo tren de madera que conecta Palma con Sóller, ofreciendo vistas espectaculares de las montañas y los valles. En Sóller, puedes pasear por la Plaza de la Constitución, el corazón del pueblo, rodeado de cafeterías y tiendas locales. Desde allí, es fácil llegar al Puerto de Sóller, donde puedes disfrutar de un día en la playa o tomar un barco para explorar la costa.
Deià
El pequeño pueblo de Deià, también ubicado en la Sierra de Tramuntana, ha sido un imán para artistas y escritores durante décadas. Con sus casas de piedra y vistas al mar, es un lugar perfecto para disfrutar de la tranquilidad y el arte. Un paseo por Deià te descubrirá galerías de arte, tiendas de artesanía local y hermosos paisajes. El Museo de Robert Graves, dedicado al famoso poeta y novelista británico que vivió en el pueblo, es un lugar imprescindible para los amantes de la literatura.
Artà
Situada en la zona noreste de la isla, Artà ofrece una experiencia más rural y menos turística, perfecta para quienes buscan alejarse de las multitudes. Su principal atractivo es el Santuario de Sant Salvador, una fortificación que domina el pueblo desde lo alto de una colina, con vistas panorámicas espectaculares. Cerca de Artà, también puedes visitar las Cuevas de Artà, un complejo subterráneo lleno de estalactitas y estalagmitas.