Ahora es el momento de planificar sus vacaciones de verano si no quiere arriesgarse a encontrar todo reservado y recurrir a lugares poco atractivos. Cada año vemos uno o varios rankings de los lugares más bonitos para visitar pero, en Europa, y concretamente en Baleares, hay un lugar que se queda fuera de cualquier lista o categoría: Formentera.
Descubre Formentera: entre mar, naturaleza y…
Llegar es muy fácil, de hecho, en aproximadamente una hora en avión llega a la vecina isla de Ibiza y después, tomando el ferry a Formentera, que tarda unos 30 minutos, se llega al destino. La isla es bastante pequeña, lo que le permitirá explorarla incluso en moto, pero si le gusta la comodidad, debería buscar un coche de alquiler en Formentera desde casa.
Aunque aún no haya estado allí, seguro que habrá oído hablar de esta isla. Su fama, dictada por su incuestionable belleza, ha alcanzado niveles sin precedentes en los últimos años. La razón de tal éxito puede atribuirse a varios factores. Veámoslos juntos y descubramos por qué este pequeño pedazo de tierra, de sólo 83 km², es tan popular.
La naturaleza
Empecemos por el aspecto más evidente: la naturaleza. Formentera, cubierta en gran parte por flora perteneciente al maquis mediterráneo, es rica en plantas aromáticas que crecen espontáneamente. Romero, tomillo, lavanda y muchos otros enriquecen de aromas esta isla mágica. Los pinares también están muy extendidos, sobre todo en la zona de Migjorn y La Mola. No es casualidad que fueran los pueblos griegos, que viajaban entre Ibiza y Formentera, los que llamaran a estas islas “Pitiusas” o islas de pinos.
Pero quizá una de las plantas más bellas y extendidas es la tuna. Arbusto que crece silvestre en casi todas partes, destaca por su verde brillante y sus vistosos frutos. Observar las plantas más altas contrastando con el cielo azul es una de las vistas más hermosas que se pueden captar con el móvil.
Siguiendo hablando de naturaleza, una de las muchas bellezas de Formentera viene dada por la particularidad de sus lagartijas, tan extendidas que son el símbolo de la isla. Existen 30 especies endémicas en la isla y algunas de ellas son tan hermosas que su piel tiende al color azul. La leyenda dice que son sinónimo de fuerza y tenacidad, quizá porque suelen estar adaptados a vivir en territorios poco acogedores.
El mar
Pero el punto fuerte indiscutible de Formentera es su mar: cristalino en cada tramo de costa con playa, es capaz de hechizar a quien lo ve por primera vez. Olvídese del Caribe o de las islas de Tailandia, aquí el mar Mediterráneo despliega toda su belleza. La innumerable gama de tonalidades, desde el azul celeste al verde, pasando por el azul profundo, hace que cada vistazo a esta isla sea digno de una postal. El secreto de las aguas tan limpias de Formentera reside en la Posidonia Oceánica, una planta rica en propiedades que no sólo evita la erosión costera sino que oxigena constantemente las aguas.
Las playas son, por tanto, el principal atractivo, pero es en las extensiones de arena blanca donde encontramos otro factor que hace que Formentera sea tan fascinante: los chiringuitos. Lo mejor de estos lugares es que están tan lejos de la idea de club de playa como uno pueda imaginar. Su aspecto desaliñado, el encanto hippy que los identifica es precisamente lo que los hace tan especiales. Ir a un chiringuito significa sentirse como en casa: sin florituras ni artificios, cada uno puede ser quien es en total armonía con el mundo que le rodea. Este es el espíritu que anima estos pequeños bares que a menudo parecen refugios para náufragos. Entre los más bonitos se encuentran Piratabus, Lucky y Kiosko 62. Los tres están situados en la salvaje playa de Migjorn.
El momento de la puesta de sol es probablemente uno de los más importantes del día: la agregación de personas esperando este espectáculo de la naturaleza será una de las actividades que más le gustarán de sus vacaciones. El cielo se llenará de colores, el sol se pondrá en el horizonte y Formentera estará lista para recibirle para la cena.
La gastronomía de Formentera
Y es precisamente en las horas nocturnas cuando podemos descubrir otra de las bazas de esta isla: los restaurantes y la cocina típica. Formentera cuenta con una propuesta enogastronómica digna de mención. Baste decir que son muchas las personalidades que, de vacaciones en Ibiza o de paso por Baleares, hacen parada en algunos de los restaurantes más famosos de la isla. Tres nombres dominan sin duda por encima de todos: Chezz Gerdi, Can Carlos y Es Molí de Sal.
Chezz Gerdi se encuentra en Es Pujols y justo enfrente está la hiperfotografiada furgoneta Wolkswagen con la inscripción Formentera. El restaurante, abierto desde el mediodía hasta bien entrada la noche, es uno de los lugares preferidos de la jet set de la isla. Cuidado hasta el último detalle, ofrece una cocina mediterránea que hace guiños a los sabores y aromas del mundo. Podrá degustar sublimes platos de pasta, pero también sushi o carne argentina.
También recomendamos tomar un aperitivo en Chezz Gerdi: a años luz de los chiringuitos antes descritos, es igual de agradable pero mucho más animado.
Can Carlos es otro restaurante histórico y está situado en San Francesc, precisamente en un antiguo club deportivo. La atmósfera es decididamente chic y todo el ambiente invita a relajarse y disfrutar de los sabores. Pruebe sus platos, hábilmente elaborados con materias primas locales, y quedará encantado.
Por último, una experiencia gustativa que no debe perderse una vez en Formentera es ir a Es Molí de Sal, un restaurante muy elegante ubicado en un antiguo molino. Situado cerca de la famosa playa de Ses Illetes, goza de unas vistas impresionantes.