Las vacaciones de invierno no tienen por qué quedarse a la sombra de las de verano. Lejos de playas, sol y la piel morena, hay miles de opciones más para realizar viajes de los que te dan energía para los próximos meses. Recorrer ciudades, mercados, dejarse llevar por la gastronomía y la belleza de las callejuelas. Viajar fuera de temporada tiene grandes ventajas y, para ello, el invierno es una de las mejores épocas para aventurarse a descubrir nuevos destinos europeos.
Días de paseos, de visitas a lugares históricos, de mercados navideños y de un chocolate caliente de los que reconfortan cuerpo y alma. Viajar por Europa en invierno es sinónimo evasión, porque hasta en las ciudades más frías encontrarás termas al aire libre donde los contrastes te dejarán como nuevo. Y, con suerte, caerán copos de nieve que vestirán estas ciudades para hacerlas aún más de ensueño. Desde destinos clásicos como Praga, Viena o Budapest, hasta lugares de cuento como Transilvania o Brujas. Te dejamos los 10 mejores destinos europeos para viajar este invierno.
10 destinos europeos para viajar este invierno
Praga (República Checa)
Praga es uno de los destinos europeos más destacado en cualquier época del año, pero en invierno su encanto se vuelve mágico. Las luces navideñas envuelven toda la ciudad y podrás disfrutar del ambiente desde semanas antes de estas fechas señaladas. Sus mercados son unos de los más destacados del continente, y se ubican en la Plaza de la Ciudad Vieja, la de Wenceslao, la de la República e incluso en el Castillo de Praga. De allí no puedes irte sin pasar por los puestos de trdelnik frito y de vino especiado.
Viena (Austria)
Si visitas Praga, Viena también debe estar en tu ruta. Con un viaje de algo menos de cuatro horas (y unas estupendas conexiones dignas de Europa central) visitar República Checa y Austria en un mismo viaje hará completas tus vacaciones. El frío no es un impedimento para añadir Viena a tus destinos europeos para este invierno, ya que la ciudad se torna en una luz especial. Además de visitar el Palacio de Schönbrunn y la Iglesia de San Carlos Borromeo, podrás aprovechar la temporada de bailes y conciertos de invierno en Viena.
Tallín (Estonia)
Aunque algo más desconocida, Tallín sigue siendo una de las ciudades más hermosas del continente. Capital de Estonia y principal destino turístico del país, es además una parada muy común entre los cruceros que recorren el Báltico ya que su centro histórico medieval hipnotiza a todo el que la visita. Además, está catalogado como el mejor conservado del norte de Europa, y es que cuenta con calles adoquinadas, iglesias y miradores con muchísimo encanto.
Venecia
Si quieres disfrutar de los canales y descubrir Venecia de una manera tranquila, debes viajar a ella en invierno. Porque es entonces cuando las grandes masas de turistas se esfuman y la ciudad hace honor a su nombre: ‘La Serenissima’. Así podrás disfrutar de las brumas entre su canales, y pasear por su calles y visitar sus monumentos de una manera en la que muy pocos pueden contar que lo han hecho: casi sin gente.
Estrasburgo (Francia)
Tu destino ideal si te gustan los mercados navideños. El corazón medieval de la ciudad se vuelca por completo con las fiestas y ofrece diez mercados, un gigantesco árbol y, como no, comidas y bebidas tradicionales en los puestos callejeros para reconfortar cuerpo y alma. Al estar en la frontera con el país germano, vivirás una mezcla de culturas francesas y alemana. No puedes irte sin probar el vino especiado caliente y las pastas bredele, ni sin visitar la Catedral de Notre-Dame.
Budapest (Hungría)
Entre los destinos más clásicos europeos en invierno no puede faltar el nombre de Budapest. La capital de Hungría es una ciudad ideal para visitarla tanto de día como de noche, y, sobre todo, cuando se esconde el sol, la ciudad muestra su máximo esplendor. La imagen del Parlamento húngaro reflejada sobre el Danubio es la postal más típica de la ciudad. Pero además de visitar sus monumentos y los famosos ruin bar, es imprescindible que dediques una tarde al Balneario Széchenyi y experimentes los contrastes de temperatura en sus aguas termales.
Dublín (Irlanda)
Tomarte una pinta de cerveza negra en un pub al más puro estilo irlandés. Recorrer una ciudad iluminada, visitar la fábrica de Guinness o participar en el Smashing Times City of Dublin Winter Solstice Celebration, un festival en honor al solsticio de invierno. Dublín ofrece alguno de los mejores planes invernales. Si bien es cierto que no es la ciudad ideal si buscas ver grandes monumentos, cuenta con lugares de mucho interés y, sobre todo, un sinfín de planes de ocio para aprovechar la vida de la ciudad al máximo.
Edimburgo (Escocia)
En la lista de ciudades europeas que toman un encanto especial en invierno, Edimburgo ocupa un lugar privilegiado. Luces navideñas, pistas de patinaje sobre hielo y fuego artificiales que iluminan el cielo harán que parezca que estás viviendo en un cuento. Además, no te preocupes por el fío, pues entrarás en calor cono un whisky de malta.
Brujas (Bélgica)
Brujas, una de las joyas de Flandes, también se transforma en invierno. A tiro de piedra de Bruselas (y si la visitas, debe ir en pack con Gante, ya que están a tan solo 20 minutos), es la capital medieval mejor conservada de Europa. Entre fachadas y escaparates repletos de luces, es un lugar donde adentrarte en su tradicional gastronomía, donde son imprescindibles los chocolates y las cervezas y, por supuesto, los gofres.
Transilvania
Terminamos esta selección con una excepción: una región en vez de una ciudad. En Transilvania podrás visitar los castillos góticos y los densos bosques que inspiraron al creador de Drácula, y hacerlo en invierno te permitirá disfrutar de sus montañas nevadas. Ciudades como Sibiu, Brasov (donde se encuentran los famosos castillos de Bran y Peles) y Sighisoara son paradas que no puedes perderte en tu próximo viaje invernal.