Desde la cocaína dada a los pilotos en la I Guerra Mundial, pasando por las anfetaminas y el LSD hasta las píldoras milagrosas de las guerras contemporáneas, las drogas son un arma de guerra solicitada por los altos mandos de los ejércitos. Todo para hacer a los soldados más resistentes al enemigo, al cansancio y al miedo. Estados Unidos representa el 5% de la población mundial, pero consume más del 80% de los narcóticos recetados en el mundo. Las terribles consecuencias son un exagerado abuso de fármacos que llega a ocasionar miles de muertes. Las drogas legales en La Noche Temática, un especial que profundiza en su prescripción y adicción.
Guerras con receta
Los soldados se agotan y no resisten tanto como deberían. Se debilitan y sucumben a las enfermedades. Por eso durante más de un siglo la medicina moderna ha probado en las tropas medicamentos, fármacos y drogas cuyos efectos secundarios han sido nocivos. A lo largo de las diferentes guerras, los prisioneros han sido sometidos a salvajes experimentos médicos militares. Especialmente por los nazis como Strughold (Shtrúgjold), un oficial del Ministerio alemán de Defensa Aérea
Adicto en América
En Estados Unidos el abuso de medicamentos con receta está aumentando cada vez más. Sólo en Florida se está registrando la muerte de hasta siete personas al día debido al uso indebido y abuso de fármacos. Esta dependencia de las drogas farmacéuticas no exculpa a la industria farmacológica, políticas de gobierno y médicos. Los cigarrillos y el alcohol se han convertido en las sustancias de costumbre para muchos jóvenes, por ello han sido demonizados, pero hay una actitud mucho más pasiva en la sociedad norteamericana sobre el abuso de medicamentos recetados.