La crisis sanitaria mundial que ha provocado el CoVID-19 va unida a una gran crisis económica. En todos los sectores es evidente la pérdida de tejido empresarial tras estos meses sin actividad. En el caso del Circo del Sol, lo que parecía un modelo estable de gestión económica ha pasado a ser una deuda de 815 millones de euros.
El Circo del Sol se enfrenta a una grave crisis sanitaria
Desde marzo los eventos se han cancelado, y todo el sector del ocio y la cultura sufre pérdidas económicas. Aunque parece que esta situación afecta solo a pequeñas empresas, con pocos años de actividad y poco competitivas, los grandes pilares también se desploman. El Circo del Sol acumulaba problemas desde hace tiempo, que unidos a este parón les llevan a la bancarrota.
La organización fue fundada en 1984. Desde el 2015 aproximadamente se acumulaba una deuda de 815 millones de euros. ¿La causa? Un conjunto de tensiones empresariales entre el antiguo dueño Guy Liberté, los canadienses ‘Quebecor’ y los tres inversores internacionales que poseen la propiedad del grupo.
‘Quebecor’ y Liberté están dispuestos a inyectar capital y quedarse con la organización, pero los gestores no han revelado las cuentas reales. A pesar de lo que parecen buenas intenciones, se acusa a los canadienses de querer devaluar la empresa y conseguir su propiedad por un precio demasiado bajo.
El Gobierno de Quebec ha aprobado una ayuda para el Circo del Sol de 182 millones de euros, con la que se espera evitar un desastroso final de su orgullo nacional. Además, los propietarios inyectaron 45 millones de euros, pero todavía hay que afrontar con los 150 millones de euros en reembolso de entradas.
Con la ayuda del Gobierno, el Circo del Sol se mantiene optimista y espera contar con esta gran ayuda para no tener que acabar son sus espectáculos. Por ahora, la organización empezará con su nuevo show en China. La empresa aun así deberá reinventarse para poder seguir adelante.
La competencia en el mercado cada día es más creciente. La organización defiende su ventaja competitiva aumentando la calidad y el precio de sus espectáculos, pero la necesidad de capital no encaja con ello. Desde 2015, el 90% de las acciones son de los fondos ‘TPG’ y ‘Fosun’ y la financiera ‘Caisse de Dépôt et Placement’. Libertè acabó vendiendo el 10% de acciones que le pertenecían.
El modelo de gestión planteaba aguantar las deudas mientras se mejoraba la imagen, pero el coronavirus era algo inesperado. Esta situación hace que el Circo del Sol dependa de los apoyos externos que puedan conseguir.