El 5 de abril de 1994, hace ahora 25 años, Kurt Cobain se disparó en la cabeza. Su cuerpo, de sólo 27 años, lo descubrió un electricista que no tenía ni idea de la grandeza de la estrella del rock que se acababa de apagar. Miembro del fatídico club de los 27, la vida de Cobain es leyenda, mito y no se deja de reescribir a cada poco. Ahora le toca el turno a Danny Goldberg, mánager de Nirvana durante su ascenso meteórico, que trabajó con Kurt desde 1990 hasta su muerte. ‘Serving the Servant: Remembering Kurt Cobain’, que acaba de publicarse en inglés, es uno de los pocos libros sobre el artista que llega desde su círculo íntimo, pues la relación entre los dos trascendía lo laboral, como queda claro en sus páginas.
El manager de Nirvana publicará un libro sobre Kurt Cobain
Goldberg cuenta la vida del músico a través de sus ojos, centrándose en sus últimos cuatro años, esos que compartieron junto a su viuda Courtney Love y amigos como el bajista Krist Novoselic, con el que fundó Nirvana. En una entrevista con ‘Rolling Stone’, el autor afirma que este libro trata de aportar una imagen diferente del músico, menos centrada en su muerte y más en su talento, en su genio, en su creatividad. ‘Simplemente sentí que, en conjunto, su imagen estaba demasiado opacada por su muerte, y que mis propios recuerdos de él son más sobre su creatividad, sobre lo dulce que era, sobre su sentido del humor’. Goldberg fue plenamente consciente de la espiral de excesos en la que había caído Cobain cuando apareció drogado en ‘Saturday Night Live’ en 1992.
Para entonces, el gerente trabajaba para Nirvana solo de manera informal, aunque se presentó para una última intervención para tratar de alejarle de las drogas. Pero después de un día en la clínica Éxodus de Los Ángeles, Cobain saltó una pared de casi dos metros y escapó. ‘No tenía idea de lo que había provocado las últimas semanas de la desesperación de Kurt’, escribe Goldberg’.