Ángel Stanich se encuentra en la última fase de la gira de ‘Polvo De Battiato’ (2021), un álbum que llegó después de tres años de silencio y que presentó el repertorio más personal del músico hasta la fecha. Las canciones de este disco y del EP que lanzó el mismo año, ‘Una Visión Global Bastante Aproximada’, nos sumergen en una ‘road movie’ que nos lleva a un viaje psicodélico y nostálgico por la historia del cine, la televisión y la política.
Stanich, el Ermitaño del Pop, ha actuado junto a los músicos Jave Ryjlen, Víctor Pescador, Alex Izquierdo y Lete Moreno por toda España y continuarán trasladando su música a los escenarios hasta diciembre. Antes de que finalice la gira, hablamos con Ángel Stanich sobre su forma de crear música, su trayectoria y sus gustos culturales.
Entrevista a Ángel Stanich
Tú que estudiaste Periodismo y siempre hablas de temas de actualidad en tus canciones, ¿tiene algo de relación que eligieras esta carrera con tu forma de hacer música?
Seguro, aunque fuera inconsciente. Siempre he tenido ese afán reporteril y mucha admiración por la canción protesta. Ambos oficios, especialmente el periodístico, deberían ser moscas cojoneras del poder, o así lo concibo yo. ¿La realidad? Por peteneras: pocos sellos y menos medios se lo pueden permitir, apretados por sus mal llamados benefactores. En la música, al menos, puedo escribir de lo que quiera, y el cierre de edición se podría decir que son los padres.
Además de jugar con el lenguaje, en muchas ocasiones utilizas ironía y humor en tus canciones. ¿Te resulta más fácil hablar de ti o expresar tu forma de ver el mundo con estas herramientas?
Sin mi llave infesta y mi sierra de jajá no soy nadie.
¿Crees que de este modo tus mensajes calan más en el público? ¿Es mejor no ser tan literal y conservar un poco el misterio?
No lo sé, tiendo a pensar que no, no en el gran público… Puede resultar más gracioso, ingenioso para quien lo pille… Siendo lo ideal, tampoco es indispensable. ¿Cuántas veces no entendemos del todo una película pero igualmente nos encanta? Pues eso. La estricta literalidad es una losa para cualquier expresión artística, por mucho que la realidad se mee muchas veces en los zapatos de papel de plata de la ficción. Eso no implica traicionar el espíritu de lo que estés contando, sólo que tendrás que ser un poco más curioso para “calarte” del todo.
¿Qué sería de Ángel Stanich sin la política? ¿Qué sería de la política sin Ángel Stanich?
¡Uy! Dicen que de la política también se sale, pero no sé yo… Al final es la herramienta para entendernos y, a la postre, gobernarnos. Renunciar a ella es renunciar a cohabitar en paz con tus iguales, que son a la par muy distintos. No quisiera ser como algún partido a la diestra… Si bien, procuro no hablar mucho de ella: las canciones más políticas suelen ir en los EPs, no tanto en los LPs, y cuando me aventuro a mojarme trato de hacerlo con mesura. Creerse en total posesión de la verdad es el fin de cualquier sistema cognitivo interesante.
¿Coinciden tus canciones más famosas con las que más has trabajado? ¿Qué crees que es lo que más le gusta al público de tu música?
Sería divertido que lo que más le guste al público de mí sea verme trabajar, ¡no era la idea! Mas, en parte, tiene todo el sentido: el trabajo siempre es el 99%, y (aún con horarios discutibles) jamás lo escatimo. Pero el trabajo a veces luce más y otras menos, así que puede que lo que más le guste al público sea ese 1% de quéséyo que sólo yo tengo.
Háblanos sobre tu banda, la Stanich Band, con la que llevas tantos años tocando. ¿Cómo empezó todo?
Aquí, como en el allí o allá de mi carrera, tuvo mucho que ver Javier Vielba, AKA El Meister, mi amigo, líder de bandas como Arizona Baby o Corizonas y único productor con el que he trabajado hasta la fecha. Él movió los hilos para, digamos, el “reclutamiento”. Las piezas estaban tan bien elegidas que la máquina no tardó en engrasar. Cada pieza es de su padre y de su madre, y sin embargo mucho nos une (sobre todo a nivel musical); lo que no, se soluciona por decreto ley del Líder Supremo… Que soy yo, pero (como al Oráculo de Matrix) no se me nota.
Ahora que finalizáis la gira de ‘Polvo de Battiato’, cuéntanos alguna experiencia que hayáis vivido y que quedará para el recuerdo de esta etapa (puede ser positiva o negativa, lo dejamos a tu elección).
Más allá de que esta gira ha sido un auténtico reloaded (sin salir de Matrix) para todos tras la pandemia, ha dejado infinidad de historietas dignas de folletín. Muchas son para no dormir: hay bastante abuso de autoridad tanto en la carretera como en los escenarios… Pero me quedaré con algo más jocoso (es lo que me viene ahora)… Un agente me pidió que tirara por delante de mis pantalones y mis calzoncillos de tal forma que él pudiera tener un plano cenital limpio de mis intimidades, y así descartar ocularmente cualquier tipo de “bulto sospechoso”. A mí me resultó un procedimiento cuanto menos novedoso, así que mientras se asomaba al mirador le pregunté si esto era “lo normal”. Me dijo que tenía “más de 30 años de experiencia”, a lo que yo respondí. “¿Como guardia civil o como urólogo?”. También hubiese estado bien que contestara “Hombre… Las he visto más grandes”.
Un mensaje para aquellos dudosos que aún no se hayan comprado entrada para tus últimos conciertos.
Que no los han visto más grandes… No, ¡en serio! Tengo la experiencia de que el dudoso sólo necesita venir para convencerse. Cuando la gente viene por primera vez suele venir timorata, pero veo que se van con ganas de invadir Polonia si se lo pidiera… Es lo que me llega, eh. Por suerte, somos una asociación vecinal pacífica, menos fan de Richard Wagner que de Johann Sebastian Mastropiero.
No te vamos a preguntar por tus nuevos proyectos para que se conserve el misterio, pero para amenizar la espera te preguntamos algunos de tus gustos culturales.
Películas que hayas visto repetidamente.
¿Repetidamente? Amanece, que no es poco. Amanece, que no es poco. Amanece, que no es poco…
Tus bandas sonoras preferidas.
¿Valen las de la carretera? Joder, cómo suena esa mierda, eh… Tampoco descubro nada diciendo que Tarantino es el mejor en esto. Puedo aportar que el otro día vi (¡por fin!) The Rocky Horror Picture Show, y no hay una sola canción que no merezca la pena en esa mamarrachada. Me acordé mucho de El fantasma del paraíso. También me marcó mucho, por ejemplo, la BSO que hizo Neil Young para Dead Man.
Libros que te hayan marcado.
Cualquier libro de tapa dura te puede abrir una ceja… Perdón. Duro poco hablando en serio. El guardián entre el centeno tuvo que marcarme, ya que hay 3 o 4 ediciones por casa. No me lo regaléis más. De El lobo estepario también vamos servidos. Gracias.
Álbumes que conozcas como la palma de tu mano.
Teniendo en cuenta que conozco muchísimos discos muchísimo mejor que la palma de mi mano (a la que no presto mucha atención), la lista sería interminable. Pero si se trata de conocer hasta el mínimo pormenor de un álbum (como me sospecho), la lista se reduce a tres: los míos. Por supuesto ¡los recomiendo!
Artistas que recomiendes que escuchemos.
La verdad es que odio el papel de prescriptor (¿no se había notado?), contra el que tampoco tengo nada, pero me da cierta pereza decirle a la gente qué mola o qué tiene que escuchar, y también que me lo digan… Prefiero, como siempre, construir mi propio criterio. Si insistís muy fuerte, ando compartiendo en una playlist mensual las canciones que han servido (y sirven) de hilo musical al pre-show de esta gira. Ya vamos por la quinta entrega (de seis) de esta Radio Antipasti (están en mi perfil de Spotify), todas tituladas e iniciadas con temas de Franco Battiato, nuestro inexorable faro en este tiempo. Y ya luego, Manzanita.
Puedes comprar las entradas para los conciertos de fin de gira de Ángel Stanich aquí.