Muhammad Ali y Jesse Owens protagonizan la Noche Temática titulada ‘Héroes en una América segregada’. Dos atletas clave en la lucha por los derechos civiles y contra la segregación racial. Sábado, 1 de noviembre, a las 23:00 en La 2.
Jesse Owens y Cassius Clay en ‘La noche temática’ de La 2
La lucha de Muhammmad Ali
Este documental realiza un viaje por la vida de Muhammad Ali, desde sus raíces en Louisville, su transformación espiritual y su pelea más dura: su batalla por anular una sentencia de cinco años de prisión por negarse a participar en la guerra de Vietnam alegando motivos religiosos.
El superhéroe emergente del deporte eligió la fe y la conciencia sobre la fama y la fortuna, en desafío a un público estadounidense enfurecido por su oposición a la guerra de Vietnam y poco dispuesto a aceptar su conversión al Islam. Excelentes imágenes de archivo nos acercan las personas que apoyan y se oponen a él incluyendo sus mentores espirituales, Malcom X y Elijah Muhammad.
Muhammad Ali será reconocido finalmente como uno de los mayores atletas de todos los tiempos, boxeador profesional, y además pastor musulmán. Unos años más tarde, en 2005, el presidente de los Estados Unidos le hará entrega de la Medalla Presidencial de la Libertad.
‘Jesse Owens’
Cuando tenía 22 años, Jesse Owens consiguió cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, se convirtió en uno de los atletas más famosos del mundo. Hitler se negó a estrecharle la mano al atleta afroamericano.
El desaire de Adolf Hitler a Jesse Owens proporcionó a la prensa un pretexto para vapulear duramente a Hitler y para colocar a Jesse Owens en la palestra como el hombre que había ridiculizado al líder nazi y sus teorías sobre la superioridad aria.
Jesse Owens regresó a una América segregado como un héroe nacional. Después de ganar cuatro medallas de oro, creía que toda la nación le adoraría, pero el atleta más grande de Estados Unidos recibió un trato deplorable. Durante su primera noche en los Estados Unidos, Owens y su esposa no pudieron encontrar ni un solo hotel en el centro de Nueva York dispuesto a alojar a clientes negros.
Las lucrativas ofertas que le habían llovido en Berlín, resultaron ser promesas vacías. Su hazaña en las olimpiadas no cambió su vida en esa América segregada. Para mantener a su familia se vio obligado a participar en la carrera más humillante de su vida. Se vio obligado a correr contra caballos para sobrevivir.
Durante años, Jesse Owens desapareció de la luz pública. Cuando la Guerra Fría arreciaba emergió de repente de la oscuridad. En mil novecientos cincuenta y cinco, el presidente Dwight Eisenhower nombró a Owens “Embajador de Buena Voluntad”, para promocionar la imagen de Estados Unidos en el mundo.