El Parque Natural de Arribes del Duero es un espacio protegido situado en el noroeste de Salamanca y suroeste de Zamora, que forma parte de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, próximo a la frontera portuguesa
El Parque Natural de Arribes del Duero está formado por altas pendientes a lo largo del río Duero, sus afluentes y cañones van a lo largo del cauce del río. La belleza y monumentalidad del paisaje es asombrosa: la altura de los acantilados de granito alcanza los 500 metros.
Estar lejos de grandes asentamientos permite proteger la naturaleza virgen, y el microclima único de la zona contribuye a la diversidad de flora y fauna, especialmente aves. En 2015, esta pintoresca zona fue incluida en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera patrocinada por la UNESCO.
Animales que habitan en el Parque Natural de Arribes del Duero
El águila real es uno de los símbolos del parque. El parque en realidad no es adecuado para actividades agrícolas, por lo que la flora y la fauna silvestres se conservan y se multiplican aquí. Para los turistas, un atractivo especial es observar el vuelo de buitres, halcones peregrinos, milanos negros y rojos, cigüeñas blancas y negras.
La cigüeña negra se considera particularmente importante en el parque. Esta ave opta por construir nidos en el cañón, y debido a las medidas de protección tomadas, se puede reducir la amenaza de extinción de estas bonitas aves.
También hay muchas águilas y una media de unas 500 parejas anidan aquí cada año. Las aves habitan el parque durante todas las estaciones. Zorzal, arrendajo, focha carpintera, aves acuáticas y muchas otras especies se pueden encontrar en el encinar de la ladera y en la zona de remanso del río, que presenta un clima agradable y total seguridad.
Ruta de senderismo – Puente peatonal
Es muy difícil para los turistas cruzar el área del parque, aunque pueden de dos maneras: senderos para caminar y a lo largo del río. Caminar por la ruta de senderismo es un viaje de extraordinaria belleza. El camino sigue un sendero sinuoso en la pendiente, entre olivos, manzanos, cerezas, naranjos, limoneros y tunas, pasando por terrazas rocosas escalonadas y acantilados escarpados , llamados berruecos por los lugareños.
En el camino, hay cabañas de pastores abandonadas y habitadas, así como monumentos de civilizaciones muertas. En la antigüedad, la gente vivía en estas tierras durante miles de años, pero hoy la población es muy pequeña y está disminuyendo cada año.
Por tanto, como Arribes del Duero se encuentra alejado de la ruta principal, aquí es más fácil mantener el espíritu ancestral. El parque no es solo un paraíso para las aves y los turistas, sino también un paraíso para los arqueólogos.
Los estratos históricos se presentan aquí en un orden claro. En esta zona se encuentran monumentos característicos de la época prehistórica, civilizaciones celtas, romanas y árabes, así como reliquias culturales y testimonios de habitantes de los reinos de Castilla y León.
El río Duero está bloqueado por varias presas, lo que lo hace imposible de navegar. Pero todos los días se organizan eco-tours en pequeñas áreas de agua. El crucero más conocido comienza en la Playa del Rostro cerca del pueblo de Aldeadávila de la Ribera, en Salamanca.