El momento más exitoso de la carrera de Robbie Williams se vio truncado por un acontecimiento que el artista ha reconocido por primera vez. El británico ha contado en una entrevista con el diario The Mirror que fue objetivo de un asesino a sueldo. Durante la mejor época de su vida, llegó a correr peligro ya que alguien había pagado para matarlo.
«Nunca, nunca dije esto, pero me pusieron un sicario para matarme. Nunca he dicho eso públicamente antes. Tengo amigos. Esas cosas son las que no se ven pero suceden cuando te vuelves famoso», ha confesado. Una historia que ya era conocida pero que el artista nunca había reconocido.
La vida de Robbie Williams corrió peligro en el mejor momento de su carrera
En estas declaraciones el británico ha mostrado cuál es, en ocasiones, el precio de la fama. Williams dejó claro que no acudió a las autoridades y decidió solucionarlo por su cuenta. En la actualidad el artista vive en Estados Unidos, buscando un día a día en el anonimato, algo que en Reino Unido no le era posible.
La trayectoria musical de Robbie Williams comenzó en 1990. «Formé una boyband cuando tenía 16 años y me hice famoso con 17. Fui ridículamente famoso. Al estilo de Michael Jackson», ha comentado el artista haciendo referencia a sus años como integrante de Take That. «Cuando tenía 21 años me fui del grupo y después tuve una exitosa carrera en solitario. Vendí 80 millones de discos y tuve el récord de entradas vendidas en un día para una gira…», recordaba.
La fama trajo consigo al artista problemas de adicción y enfermedades mentales. Más allá de los escenarios, el británico ha vivido experiencias paranormales, oscuros episodios debido a su adicción a las drogas, y hasta una ocasión en la que casi fue decapitado junto a su mujer. Un sinfín de vivencias a la que se suman estas nuevas declaraciones que muestran al mundo el precio de la popularidad.