La miel es un producto único. Algunos científicos sugieren incluso que podría aplicarse en el tratamiento contra el cáncer. Esta semana, ‘Un mundo sin abejas’ en La Noche Temática, el sábado, a las 23:00 en La 2 de TVE.
‘Un mundo sin abejas’ en La Noche Temática
Durante millones de años, los insectos han polinizado las plantas a cambio de polen. Este intercambio nos proporciona una tercera parte de nuestros alimentos. Pero los pesticidas agrícolas y las enfermedades han reducido dramáticamente el número de abejas y otros polinizadores. En las ciudades los productos químicos están menos presentes. ¿Podrían los entornos urbanos convertirse en un santuario para las abejas?
El efecto abeja
La necesidad de polinizar grandes cosechas ha dado lugar a la industria de la cría de abejas. Con una gran demanda, alquilar colonias de abejas es un negocio muy rentable. En muchos lugares, como Estados Unidos, los agricultores dependen exclusivamente de una sola especie, la abeja doméstica. Pero la falta de nutrición es un problema en más de un sentido. Las abejas y los abejorros no polinizan de forma altruista, sino para alimentar a sus crías y asegurar su colonia a tiempo para el invierno. Una dieta desequilibrada es probablemente una de las razones del descenso en la población de abejas.
Miel, los secretos de la colmena
La miel se está convirtiendo en un producto cada vez más escaso y cada vez más demandado. En Francia las importaciones se han triplicado en los últimos quince años lo que ha supuesto la llegada al mercado de miel de calidad dudosa. Durante dos años, entre dos mil dos y dos mil cuatro, se prohibió la miel china en los mercados europeos porque contenía restos de cloranfenicol, un antibiótico que puede tener efectos adversos en la salud humana. Más de la mitad de los productos más baratos derivados de la miel vendidos en los supermercados están mezclados con miel china.