P12. C. Debussy, E. Chausson y M. Ravel en el Teatro Cervantes de Málaga. Debussy compone su Petite Suite para piano a cuatro manos entre 1886 y 1889, año este último en el que la presenta el día 1 de marzo en París interpretándola él mismo junto a su editor Jaques Durand. El primer episodio, En barca, es un andantino de sencilla armonización ondulante. Le sigue Cortejo en aire moderato y un Menuet que expresa cierta melancolía en su inestabilidad tonal. Concluye en un movimiento de baile, Allegro giusto, con un vals central que acentúa su intención danzante. En 1907 fue orquestada por Henri Büsser, con el total beneplácito del autor, siendo presentada esta versión por la Orquesta Lamoureux el mismo año.
La pieza concertante para violín y orquesta Poème de Ernest Chausson puede considerarse una de las más famosas de su catálogo. Inspirada en una novela de Iván Turgueniev, Canto del amor triunfante, la terminó en junio de 1896 mientras estaba pasando una temporada de vacaciones en Florencia. Los sucesivos aires de su discurso dan idea de su estructura tipo collage en la que el violín tiene un gran protagonismo reafirmado en la expresiva serenidad de su recapitulación final. Fue dedicado al gran violinista belga Eugène Ysaÿe que lo estrenó en Nancy el 27 de diciembre de 1896 bajo la batuta de Joseph-Guy Ropartz.
En Tzigane de Maurice Ravel encontramos una de las piezas para violín de un virtuosismo tan endiablado que, en este sentido, no tiene casi parangón en el repertorio concertante de este instrumento. Su carácter rapsódico inicial y su discurso danzante final le dan un natural atractivo a la ambigüedad de su música que tiene un claro matiz zíngaro. Fue dedicada a la violinista húngara Jelly d’Arányi que la estrenó en Londres el 26 de abril de 1924 con acompañamiento de luthéal, instrumento de teclado cuya sonoridad está entre el salterio, el clave y el piano. La versión orquestal, del mismo Ravel, fue presentada por la Orquesta Colonne en París bajo la dirección de Gabriel Pierné.
Tanto en el Bolero como en la Rapsodia española encontramos el espíritu hispano que siempre bulló en el alma de Ravel, dada su ascendencia vasco-española por parte materna. El primero fue compuesto en 1928 y estrenado el 22 de noviembre de ese mismo año en el Palais Garnier de París por la Orquesta de la Ópera bajo la dirección del británico Walther Straram, acompañando a la famosa bailarina Ida Rubinstein, su dedicataria. La segunda es una obra más estructurada escrita dos décadas antes, su primera gran pieza orquestal en la que proyecta su amor por España y la danza, alcanzando en ella un extraordinario colorido instrumental y un asombroso dominio de los contrastes rítmicos y dinámicos. Fue dedicada a su profesor de piano Charles-Wilfrid de Bériot y estrenada el 5 de marzo de 1908 en el Teatro Châtelet de París por el maestro Édouard Colonne y su orquesta.