Hasta otoño de 2021 en el MACA, Museo de Arte Contemporáneo de Alicante.
Eusebio Sempere y su compañero Abel Martín aprendieron en París la técnica de serigrafía. A su vuelta a España en 1960, introducen esta técnica de estampación realizando bellísimas serigrafías de ellos mismos y de sus amigos artistas difundiendo así el arte abstracto hasta ese momento desconocido. Al principio, Sempere y Abel trabajaban juntos y después, a mediados de los años 60, Abel solo se encargaba del proceso técnico. Y así se convirtió en figura clave en la reproducción y difusión del arte contemporáneo en nuestro país.
La profunda convicción de que la obra gráfica merecía status de obra original, de que ponía el arte contemporáneo al alcance de una gran mayoría de público convirtiéndolo en fenómeno de masas y el respeto y entusiasmo que ambos profesan por la obra gráfica, repercute en la propia Colección Arte Siglo XX. Una impresionante muestra de dibujos, grabados, litografías y serigrafías viene a completar la extensa nómina de artistas imprescindibles, recorriendo así los territorios sugerentes del entramado artístico del siglo XX. Esta exposición muestra las obras realizadas en el contexto concreto, desde los cinéticos de París a los geométrico españoles.
La obra de Eusebio Sempere estampada en serigrafía por Abel Martín es bien conocida y un alarde de técnica y oficio. Sin embargo, es muy poco conocida la obra estampada que realiza Abel Martín como artista. Se desarrolla en apenas cuatro años, desde 1968 a 1972 y comprende muy pocas piezas, algunas de las cuales se muestran aquí.
ABEL MARTÍN. EL ARTE HECHO SERIGRAFÍA
Abel Martín (Mosqueruela, Teruel, 1931-Madrid, 1993) fue un experto serígrafo. Tras dedicarse a diversos oficios, marchó a París en 1958 siguiendo la estela de su hermano Florencio. Allí conoció a un grupo de jóvenes artistas como Salvador Victoria, Lucio Muñoz, Pablo Palazuelo o Eusebio Sempere… Con Sempere establecerá una estrecha relación de amistad y una colaboración artística hasta el final de sus días. Juntos aprenden en el taller del artista cubano Wifredo Arcay la técnica de la serigrafía, un aprendizaje “lento y cuajado de pequeños secretos”, mientras estampan obras de los artistas de la Galería Denise René: Jean Arp, Auguste Herbin, André Bloc o Victor Vasarely.
Ya en Madrid, ambos instalan un taller para estampar las primeras serigrafías artísticas en España. Un complejo libro de Lucio Muñoz con texturas con arenas atrae, por su perfección, encargos de otros artistas, sobre todo, de los que se aglutinan en torno al Museo de Arte Abstracto de Cuenca: Antonio Saura, Fernando Zóbel, José Guerrero, Manuel Millares, Hernández Mompó, Gustavo Torner o Gerardo Rueda. Abel se convirtió en referencia del oficio de serígrafo con una gran calidad en la realización de estampas y libros bellísimos que salían de los talleres de Cuenca primero y de su taller en Madrid después. Muchas son las serigrafías que sabemos estampa, aunque desconocemos el número exacto ni para cuántos artistas trabaja. Gracias a las donaciones de Florencio Martín y a los depósitos de la colección ARS Citerior, de forma generosa, profundizamos en el conocimiento.
Desde 1968 a 1972, Abel Martín estampa sus propias serigrafías, apenas una veintena de obras en tres carpetas tituladas Metempsicosis con textos de Tomás Marco; Musical, con texto de Enrique Delgado y seis partituras musicales y Redes con un cuento de Florentino Briones, además de una serie de serigrafías sueltas. En todas ellas trabaja desde la geometría, sobre el plano o sobre la curva, por medio de lenguajes de programación muy próximos al Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid, en cuyos seminarios participa activamente asumiendo desde entonces, la colaboración entre artistas como forma de creación transversal y enriquecedora.